Ese rojo flúor de la tabacalera. La sinfonía de su motor Honda V6 1,5 litros turbo. Sellos de una época que marcó para siempre a la Fórmula 1. Pasó un cuarto de siglo de la partida de Ayrton Senna, pero el tricampeón mundial está más presente que nunca. Eso pudo vivirse este fin de semana donde se le rindió tributo en el Gran Premio de Brasil. Sus compatriotas tuvieron un impacto emotivo ya que vieron girar por primera vez en el Autódromo José Carlos Pace de Interlagos a un McLaren MP4/4, el auto más ganador en 69 años de historia considerando triunfos y carreras corridas.
Fue en 1988, año del primer título del brasileño, cuando entre él y su compañero de equipo, el francés Alain Prost se quedaron con 15 de 16 Grandes Premios. Arrasaron con los autos de la escuadra inglesa de Woking. Además lograron 15 poles positions, 10 récords de vuelta, 25 lugares en los podios de 48 posibles y 199 puntos de un total de 240 en disputa (casi el 83 por ciento).
Entre 1981 y 1989 la competencia brasileña se celebró en el extinto circuito de Jacarepaguá en Río de Janeiro. Por eso el MP4/4 nunca corrió en el escenario paulista. Este domingo la gente deliró con una joya que es propiedad de un coleccionista estadounidense y que lo brindó para la ocasión. El coche tiene el número de chasis MP4/4-2. Se ubicó en un sector pasando la primera curva llamada “S de Senna”. Allí se montó una carpa pegada a la tribuna del principal sponsor del evento (una marca de cerveza) que a su vez corrió con los gastos para que el MP4/4 esté presente. En sus publicidades estáticas se vio el hashtag #ObrigadoSenna.
Infobae estuvo Interlagos y pudo ver de cerca este monoposto. Sorprende lo bajo que es. “El coche estaba bien diseñado en su concepto y detalles. El rendimiento aerodinámico tenía alta descarga de la carrocería, con buena eficiencia de resistencia. También su bajo centro de gravedad y su refrigeración que tenía buena capacidad con aerodinámica eficiente. Además el chasis tenía un buen control mecánico de la aerodinámica a través de una suspensión bien diseñada y estable”, le explicó en 2017 a CORSA el ingeniero Neil Oatley. Él se incorporó a McLaren desde la temporada 1987. Trabajó en el MP4/4, creación del ingeniero estadounidense Steve Nichols y bajo la asistencia del británico Gordon Murray, por entonces director técnico del team británico.
El jueves a la tarde se hizo un ensayo donde el ex piloto inglés Martin Brundle dio unas cinco vueltas. No desentonó sobre el monoposto que lleva caja de cambios manuales con una palanca a diferencia de las transmisiones actuales que están en el volante. El motor es tan fuerte que se escuchó desde cualquier punto del circuito. Si bien suena hermoso, se advierte más grave del ruido agudo típico de esa época y que se expandió con los impulsores aspirados V10 y V12. Luego fue el turno de Bruno Senna, piloto y sobrino de Ayrton, quien dio dos giros a pesar de que en el inicio el motor se le detuvo. Minutos antes de que el brasileño se suba al auto apareció en el lugar un curioso de lujo: el alemán Sebastian Vettel (corredor de Ferrari) quien observó pegado al alambrado.
Impacta ver ese auto en vivo y en directo. Eriza la piel el solo imaginar cómo era una carrera con 26 máquinas con aquellos motores turbo o aspirados. También esas competencias en circuitos largos como el viejo Hockenheim de Alemania o el inglés de Silverstone, el belga de Spa-Francorchamps y el italiano de Monza, que siguen vigentes, pero reformados y con muchas más medidas de seguridad que en esa época.
"Manejarlo demuestra cómo se corría en esos años. No existían las ayudas electrónicas ni ninguna otra facilidad que tienen los autos de hoy. El sonido del motor retumba tan fuerte que no se escucha nada. Es muy emocionante para cualquier piloto poder manejar un auto de Senna", dijo Brundle, hoy comentarista de televisión. Corrió con Ayrton en la F-1. También le peleó el título de la Fórmula 3 Británica en 1983 cuando el brasileño fue campeón.
Aunque el plato fuerte llegó el domingo a las 12:05 horas, cuando salió a pista el propio Senna cuyo casco es similar al de su tío. Con las tribunas repletas con 75.000 personas a pesar que por segundo año consecutivo no hubo un piloto brasileño corriendo. La organización local informó que hubo más de 300.000 espectadores durante todo el fin de semana (se renovaría el contrato hasta 2030 en Interlagos). La gente deliró y se emocionó al ver otra vez ese icónico coche en Brasil. Fueron cinco vueltas las que dio. Los más grandes lo vivieron con mucha nostalgia. Los más chicos conocieron cómo era un auto de F-1 de hace tres décadas.
“Fue muy fuerte. Por lo que representó mi tío y por lo que representa este auto que tantas alegrías le dio a Brasil. Siempre soñé con poder manejarlo. Mi tío era muy compañero mío y cuando él venía al país siempre jugábamos juntos y nos divertíamos mucho. Se lo extraña cada vez más. Es un honor poder haberlo honrado de esta manera”, sostuvo el sobrino de Senna.
Pero ¿por qué a 25 años de su fallecimiento Senna emociona tanto a los brasileños? ¿qué los lleva a cantar por él a las ocho de la mañana del domingo en el autódromo o en plena celebración del podio del GP de Brasil? “Era el único que nos daba una alegría. Éramos felices. Más a un pueblo que tiene mucha pobreza como el brasileño”, afirma Marcio, un fanático suyo. “Cuando Senna ganó sus tres títulos nuestra selección de fútbol no ganó ningún Mundial. Ayrton puso al deporte brasileño en lo más alto en aquellos años”, agregó Marcelo. “Él siempre estaba con nuestra bandera cuando ganaba. Le mostraba al mundo su orgullo de ser brasileño. Era como que todos nosotros estábamos con él”, expresó Adriana, otra “torcedora” de “Magic”, como se lo apodaba a Senna por su forma magistral de conducir bajo la lluvia.
Concluyó así una semana de homenajes que arrancó el sábado 9 de noviembre en el Parque Ibirapuera de la capital paulista. Allí también hubo dos autos corridos por Senna. Emerson Fittipaldi y Felipe Massa giraron con el Lotus 97T que usara Ayrton para lograr su primera victoria en la Máxima, en Portugal en 1985. En tanto que también estuvo el Toleman TG 184 que el recordado brasileño empleó en su temporada debut.
Ver ese McLaren MP4/4 fue una caricia al alma para los amantes de aquella F-1. Pero también sirvió para corroborar porqué la leyenda de Senna se agiganta a cada minuto. Él supo conmover a su gente. Ayrton es un ícono del imaginario colectivo de los brasileños. Pasó un cuarto de siglo de su partida. Pasarán 50 años o más y su recuerdo seguirá imborrable. Es que aquél que logra ser resistente al olvido de un pueblo es porque logró emocionarlo y por eso su gloria es eterna.
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