El ex jugador de rugby Israel Folau, expulsado en mayo de la selección australiana y de su equipo en la liga de ese país por comentarios homófobos, volvió a ser este lunes centro de controversia tras vincular los incendios que arrasan Australia con un castigo divino por la legalización del matrimonio homosexual.
Folau relacionó la catástrofe medioambiental con la furia de Dios por la reforma en la ley de matrimonios de 2017 que permite las uniones entre personas del mismo sexo, durante un sermón pronunciado el domingo en una iglesia de Sídney.
“Miren cómo incendios, sequías y este tipo de cosas han venido ocurriendo en poco tiempo. ¿Creen que es coincidencia? Dios os está hablando. Australia tiene que arrepentirse, retirar esas leyes y volver a lo que es correcto para Dios”, lanzó un cuestionado Folau en su sermón.
Sus palabras recibieron múltiples críticas, incluida la del primer ministro australiano, Scott Morrison, quien calificó los comentarios de “terriblemente insensibles”.
Miles de usuarios de las redes sociales también censuraron las palabras del ex jugador, al igual que el líder de la oposición, el laborista Anthony Albanese, quien calificó el comentario de Folau como “reprobable”.
El ex defensa, de profundas convicciones religiosas, era uno de los deportistas mejor pagados del país cuando fue expulsado de la selección y su equipo en mayo por unos comentarios homófobos.
En abril del año pasado, el atleta posteó en su cuenta de Instagram un mensaje religioso contra los homosexuales y desató un debate en el mundo: “Borrachos, homosexuales, adúlteros, mentirosos, fornicadores, ladrones, ateos, idólatras; el infierno les espera ¡Arrepiéntanse! Solo Jesús puede salvarle”.
“NSW Rugby Union ha retirado a Israel Folau de todos los deberes de los jugadores con los Warathas de NSW hasta nuevo aviso”, comunicó en su momento el equipo para el cual disputaba el Super Rugby. Posteriormente llegó la suspensión por parte de la federación.
“La decisión sobre mi futuro está en proceso”, dijo en aquel entonces. “Pero creo que Dios tiene el control de todo. Cualquiera sea su voluntad, ya sea para seguir jugando o no, estoy más que feliz de hacer lo que Él quiere que haga”, reconoció en diálogo con Sydney Morning Herald.
Folau, de 30 años, denunció a Rugby Australia, órgano que regula este deporte en el país, por rescindir su contrato de 4 millones de AUD (2,7 millones USD o 2,4 millones de EUR) por cuatro años y al que exige una indemnización millonaria.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: