“Mi mejor momento fue cuando el árbitro pitó el final del Mundial 2010”, recordó en estos días a modo de balance de su carrera David Villa, quien anunció su retiro del fútbol a punto de cumplir los 38 años para el próximo 2 de enero cuando espera que su actual equipo el Vissel Kobe de Japón (que comparte con su ex compañero en el Barcelona y la selección española, Andrés Iniesta) acaso pueda clasificarse para disputar la final de la Copa del Emperador en Tokio si supera el siguiente compromiso por la semifinal.
No es para menos ese recuerdo de Sudáfrica 2010 porque fue el punto más alto, la coronación de una larga y exitosa carrera como goleador. Villa fue campeón mundial y de la Eurocopa con la selección española, y ganó Champions Leagues, Ligas Españolas, Copas del Rey, Mundiales de Clubes y Supercopas. Todo lo que sueñan los futbolistas desde sus inicios.
“Desde muy chico soñaba con vestir la Roja de la Selección y veía cómo las copas las levantaban los italianos y brasileños. Imagínate pertenecer a la generación que cambió todo eso”, le dijo a Radio Marca. “Fue lo más lindo que hice como profesional y lo más importante de mi carrera”. Aunque heredó el dorsal del madridista Raúl González, para muchos es “el auténtico 7 de España”. Es el máximo goleador de la historia de la Selección (59 en 98 partidos).
Precisamente, pocos creían que Villa iba a poder imponerse en ese duelo que crearon los medios españoles con Raúl a partir de que al terminar el Mundial 2006, cuando la selección española fue eliminada por la francesa en los octavos de final. El entonces veterano entrenador de “La Roja”, Luis Aragonés, se decidiera por el joven goleador asturiano y no por el reconocido atacante madridista y para la siguiente Eurocopa de Austria y Suiza, en 2008, Villa fue campeón y figura.
“Sin Raúl, España campeón; sin Raúl, España campeón”, le solían cantar las hinchadas al 7 del Real Madrid en aquel tiempo, agregando enseguida el “Luis Aragonés; Luis Aragonés”. Villa quedó en el medio de aquella polémica diaria, sin quererlo ni buscarlo, pero terminó siguiendo los pasos y luego superando a otro asturiano goleador, Enrique Castro “Quini”, ex compañero de Diego Maradona en el Barcelona en la década de los Ochenta, y protagonista de un sonado secuestro en aquel tiempo. También junto a Fernando Alonso, el ex piloto de Fórmula Uno, es considerado uno de los deportistas asturianos más reconocidos.
“Estoy muy contento de recibir tantas muestras de cariño. Es una decisión muy consensuada y meditada. Al final, esta profesión deja grandes amigos y experiencias. Lo disfruté muchísimo”, afirmó en su texto de despedida.
David Villa Sánchez, El Guaje, nació en la ciudad de Tuilla el 3 de diciembre de 1981 y proviene de una familia de mineros. “Guardo muchos recuerdos de Tuillia, de mi casa, de mi abuelo, y por supuesto, de mis padres. Todos son mineros o hijos de mineros. A través de ellos y de alguna experiencia complicada vivida por mi familia, sé lo suficiente para entender que bajar todos los días al pozo no es un trabajo envidiable”, declaró en una entrevista a la revista asturiana Montepío.
Su apodo Guaje (niño, en asturiano) le encanta. “Me lo pusieron cuando llegué al Sporting B. Supongo que era por revoltoso, más que por ser de Tuillia. Siempre lo he llevado con orgullo por los recuerdos tan positivos que me trae de Mareo –la escuela de fútbol del Sporting de Gijón- y de aquellos años. Me gusta que en los medios me llamen Guaje porque es como una seña de identidad, una denominación de origen muy personal”, suele decir.
Si Villa tiene bastante habilidad en ambas piernas es porque cuando era muy pequeño tuvo una fractura en el fémur derecho y debió estar seis meses enyesado, por lo que su padre le hacía rematar con la zurda para entrenarse.
Pero antes de comenzar su historia en el Sporting de Gijón, Villa intentó una prueba en el Oviedo, a los nueve años, en la que fue rechazado, y empezó como futbolista en el Langreo, el club de su ciudad, en el que permaneció hasta los 17 años, cuando recaló en el Sporting en 1999 cuando este equipo se encontraba en la Segunda División española.
Sus dotes de goleador generaron el interés del Zaragoza por contratarlo para la temporada 2003/04 en 2.7 millones de euros. Coincidió allí con un muy buen equipo que ganó una Copa del Rey nada menos que ante el Real Madrid, con una remontada de 0-2 a 3.-2 con un gol sobre la hora del argentino Luciano Galletti, y luego, una Supercopa de España. Esto terminó proyectándolo a la selección nacional de Luis Aragonés.
Tras dos años en el Zaragoza fue contratado por el Valencia por 12 millones de euros, y allí ganó otra Copa del Rey y se convirtió en el quinto goleador histórico del club (Mario Kempes es el tercero). Su solidez como goleador generó que nada menos que el Barcelona de Josep Guardiola lo buscara y justo antes de comenzar el Mundial de Sudáfrica fichó para los azulgranas, coincidiendo con un notable equipo de estrellas y una producción deslumbrante. Integró entonces el ataque con Lionel Messi y Pedro Rodríguez y terminó ganando dos Ligas Españolas, dos Supercopas de España, una Copa del Rey, una Champions (marcó el tercer y último gol en la final de Londres ante el Manchester United, 3-1), una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes (ante el Santos de Neymar).
En 2013, al año siguiente de que Guardiola emigrara como DT del Barcelona. Villa fue traspasado al Atlético Madrid en 5,1 millones de euros por la mitad del pase. Coincidió justo con un gran año del equipo del Cholo Diego Simeone, que se coronó campeón de la Liga Española en la última fecha al empatar 1-1 en el Camp Nou ante el Barcelona de Gerardo Tata Martino y su último partido con la camiseta rojiblanca fue la final de la Champions de Lisboa ante el Real Madrid, cuando los Colchoneros estuvieron a un minuto de levantar el trofeo por primera vez en su historia pero Sergio Ramos empató sobre la hora y cayeron 4-1 en el alargue.
Así fue que a mediados de 2014, con 185 goles marcados en 352 partidos durante once temporadas, Villa dejó la Liga Española como el duodécimo goleador histórico, para pasar a ser el primer fichaje desde la existencia del New York City de la Major League Soccer (MLS) de los Estados Unidos con la idea de comenzar en enero de 2015, por lo que fue cedido por seis meses al Melbourne City de Australia, del mismo grupo. Sin embargo, sólo disputó allí cuatro partidos y marcó dos goles, para regresar a Nueva York.
En este New York City jugó cuatro temporadas y marcó 80 goles en 124 partidos hasta que en 2018 fue contratado por su último equipo, el Vissel Kobe de Japón, coincidiendo en esta liga, además de con Iniesta, en su mismo equipo, con su amigo y delantero Fernando Torres. “Hacíamos una muy buena sociedad y nos retiramos los dos en Japón. Nuestra amistad seguirá toda la vida, más allá del fútbol”, dijo días pasados de otro jugador que lleva su mismo apodo, aunque en castellano, El Niño.
“Tocó en todas las óperas, era un barítono del gol. Jugó bien en el Zaragoza, en el Valencia, en el Barcelona, en el Atlético y en la Selección, donde mezcló bien con Torres. David era para los espacios cortos y combinar, y Fernando, para aprovechar los espacios en largo. Se adaptó a todos los equipos en los que jugó y eso lo dice todo sobre quién ha sido”, explicó Jesús Paredes, ex mano derecha de Aragonés.
Si hubo un rumor que siempre circuló y que en estas horas Villa se encargó de negar enfáticamente, es que en alguna oportunidad haya habido un principio de acuerdo entre el Valencia y el Real Madrid por su pase. “Eso nunca ocurrió”, afirmó el asturiano a Radio Marca, pero encontró una sonrisa incrédula del otro lado de la comunicación.
En la selección española, su debut se produjo ante San Marino en Almería el 9 de febrero de 2005, aunque su primer gol con La Roja fue ante Eslovaquia, en Bratislava, por el repechaje para poder participar del Mundial de Alemania 2006, si bien uno de los más importantes se lo convirtió a Suecia en la Eurocopa 2008 tras recibir un gran pase del lateral Capdevila, porque sirvió para desatascar el paso del equipo a la fase siguiente aunque también hizo un triplete ante Rusia (4-1).
Ese equipo fue encontrando variantes tácticas. Por momentos, jugando con un sistema 4-1-4-1, Villa tuvo que aceptar jugar como cuarto volante por la izquierda para dejar más espacio a su amigo Torres y en otras ocasiones, lo acompañó en la línea ofensiva. En semifinales volvía a esperar Rusia pero al ejecutar un tiro libre, sufrió una micro rotura fibrilar y quedó marginado del partido decisivo ante Alemania, en el que terminaría definiendo Torres. Muchos recuerdan la actitud de Villa en el vestuario, cuando pidió a los fisioterapeutas que le dieran prioridad a los que estaban en condiciones de jugar la final antes que a él mismo. “Yo ya nada podía hacer”, se justificó cuando les dijo “atiéndanlos a ellos, lo mío puede esperar”.
Ya con la dirección técnica de Vicente Del Bosque, Villa jugó el Mundial 2010, en el que marcó goles fundamentales, como el que le convirtió a Chile aprovechando un adelantamiento del arquero Claudio Bravo, que significó el trabajoso pase a los octavos de final, luego de haber comenzado con una inesperada derrota ante Suiza. Terminó anotando cinco goles y además del título mundial, recibió el Botín de Plata del torneo junto al alemán Thomas Müller y el Balón de Bronce como tercer mejor jugador. En Alemania 2006 había marcado tres goles y en total de los tres Mundiales (2006, 2010 y 2014) terminó con nueve tantos, siendo el máximo goleador histórico de España en este torneo. Y si en la Eurocopa 2008, que también ganó España, marcó cuatro goles, se perdió por lesión la siguiente, de 2012, también ganada por La Roja y eso obligó a Del Bosque a colocar a Cesc Fábregas como “falso nueve”, que arrasó a los italianos en el partido decisivo.
Villa llegó a jugar un partido con la selección autonómica de Asturias en diciembre de 2002 ante Honduras, y marcó un gol. También participó en la campaña “Doi la cara pola oficialidá” a favor del reconocimiento del asturiano como lengua cooficial del Principado de Asturias para la que posó con un cartel reivindicativo. Y en ese mismo año formó parte, junto al ex árbitro Manuel Mejuto González, también langreano, del torneo benéfico “Amigos de Mejuto vs Amigos de Villa” con reconocidas figuras del deporte y la música. En 2011 fue galardonado con la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, máxima distinción individual del deporte que se otorga en España. En total de su carrera de clubes, marcó 380 goles en 761 partidos, y 59 en 98 con la selección, por lo que totalizó nada menos que 439 en 879 partidos.
Tras su salida de la selección española, ninguno de los entrenadores le encontró un sustituto acorde. Ni Roberto Soldado, ni Álvaro Negredo, ni Álvaro Morata, ni Diego Costa, ni Paco Alcácer, ni Iago Aspas ni Rodrigo han conseguido su promedio. “Era la pieza del rompecabezas que encajaba a la perfección en el juego de toque que practicábamos”, dijo Jesús Paredes. “Tenía una mentalidad y capacidad para definir que sólo tienen los elegidos. Un depredador. Cada balón que tocaba era gol”, dijo de él el todavía marcador central Raúl Albiol, ex compañero suyo.
En septiembre de 2017, tras más de tres años de ausencia, el entonces entrenador de la selección española, Julen Lopetegui, lo convocó para que se despidiera de La Roja en un partido ante Italia en el estadio Santiago Bernabeu correspondiente a la clasificación para la Eurocopa 2018. Aquella vez jugó cinco minutos y se retiró, aunque luego todos comprobaron que no era fácil encontrar un heredero para semejante goleador.
En mayo de 2010 salió a la venta un DVD llamado “Aprende a jugar al fútbol con David Villa” y un documental, “Eternamente Guaje”, que contiene un videoclip con una canción compuesta por la banda de agro-rock “Los Berrones” llamada “Villa Maravilla”, y en julio de 2012 se acercó al pozo minero de Candín, en Langreo, para solidarizarse con la protesta de los mineros de carbón en la que recordó su origen minero.
Tiene departamentos en Asturias, Madrid e Islas Baleares y cargos en varias empresas. Vendió un departamento de lujo en Ibiza, en la zona del puerto, con gran terraza, jardín y pileta, 212 metros cuadrados, por medio millón de euros. Tiene una empresa con su mujer, Patricia González, con la que compró esta casa en 2007, Sociedad de Inversiones Villa y González SL. Se conocieron a los 17 años, cuando Villa jugaba en las inferiores del Sporting Gijón, se casaron en 2003, tienen tres hijos y suelen mostrarse mucho por Ibiza. Comparten su amor por el fútbol porque ella llegó a jugar de lateral derecha del Santo Tomás de La Felguera. Es tan discreta que ni siquiera usa redes sociales. Ahora compraron el Queensboro FC de Nueva York, que comenzará a competir en 2021 en la USL Championship, el segundo torneo de soccer de los Estados Unidos.
En Asturias es donde tienen la mayoría de locales, departamentos y garajes. Tienen dos pisos de 146 m2, comprados este año, en la zona más destacada, otro de 130 m2 en Viesques, una urbanización en las afueras de la sociedad y otra en Pozuelo de Alarcón. La sociedad con su mujer se dedica a la gestión de patrimonio inmobiliario.
También Villa es administrador del holding Villa & Oñate, que fundó junto a su agente en 2017 y es consejero de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles), donde comparte cargo con su ex compañero Iker Casillas, el que levantó la Copa del Mundo que el “Guaje” soñaba de chico y que nunca imaginó que terminaría en manos españolas, y él formaba parte de ese plantel.
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