Este fin de semana Santos y San Pablo igualaron 1 a 1 en el Estadio Urbano Caldeira por la jornada 33 del Brasileirao con goles de Carlos Sánchez, para el local, y Dani Alves para el partido. Pero lo futbolístico quedó relegado debido a presencia del presidente Jair Bolsonaro en uno de los palcos.
El mandatario, acompañado de un fuerte operativo de seguridad, llegó al estadio sobre la hora y se ubicó en uno de los palcos. Además, lució una camiseta del cuadro paulista con la dorsal 10. En su arribo, el público se dividió entre aplausos y abucheos mientras que en las redes sociales ocurrió algo similar con diferentes hashtag.
Según trascendió, el Bolsonaro había querido saludar a los protagonistas, pero el entrenador argentino Jorge Sampaoli, al frente del Santos, le había negado el ingreso al verde césped. En conferencia de prensa, el ex técnico del seleccionado de su país y de Chile, desmintió esas versiones.
“No se en qué cabeza cabe que yo pueda prohibirle la entrada a alguien y menos al presidente siendo de otro país, me parece hasta un falta de respeto. Mas allá de los pensamientos políticos de cada persona lo que hay que defender es la democracia”, aseguró.
En este contexto, Sampaoli pidió “defender la democracia y la libertad” y recordó lo sucedido en la Argentina en 1977 cuando un golpe militar derrocó al gobierno de María Estela Martínez de Perón y tomó el poder hasta 1983: “A mí me tocó vivir momentos de dictaduras en mi país y nunca sería una persona que no defiende la democracia. La democracia es permitirle a cualquiera que esté en el lugar que quiera".
Por otro lado, se refirió a la situación que vive Bolivia desde hace ya una semana, cuando Evo Morales renunció a la presidencia: “Miren sino lo que pasa en Bolivia, donde volvimos... en esta democracia que se está debilitando. Imagínenese que lo que mas deseo es no volver a un lugar de persecución que viví en mi infancia”.
Bolsonaro siempre se ha mostrado cerca del fútbol. A pesar de ser confeso aficionado del Palmeiras ha visitado varios estadios y ha lucido diversas camisetas. Su más recordada presencia fue en la final de la Copa América ante Perú en el Maracaná, cuando al culminar el partido, 3-1 a favor del seleccionado de Tité participó de los festejos en el campo de juego y levantó el trofeo junto al plantel.
Además, el mandatario ya había presenciado dos de los partidos de ese certámen, uno de ellos, en Belo Horizonte: la semifinal frente a Argentina, en la que tanto en la previa como durante el entretiempo ensayó una especie de “vuelta olímpica” con una camiseta de Brasil, saludando al público en un momento de gran fervor, como un Superclásico de las Américas. Aquellos episodios provocaron una multa de 15 mil dólares para la Confederación Brasileña de Fútbol, ya que en su artículo 60 del reglamento de “Seguridad en los Estadios”, la FIFA prohíbe “terminantemente la promoción o el anuncio por cualquier medio de mensajes políticos o religiosos o cualquier acto político o religioso en el estadio o sus inmediaciones antes, durante y después de los partidos”.
El Santos aprovechó el clásico para lucir números especiales en las camisetas. Cada futbolista vistió porcentajes en sus espaldas que refieren a datos sobre la discriminación que existe en Brasil, según explicó el club en un comunicado: “Los números representan no solo la minoría de las personas negras en las profesiones (trabajos), sino también en la educación superior, en las brechas salariales y otros datos alarmantes, como un porcentaje de víctimas de homicidio".
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