No es sencillo ser atleta. Requiere mucha disciplina, además de grandes esfuerzos a nivel físico y mental. Pero el problema está cuando eso se transforma en un calvario, como el que vivió Mary Cain, una joven prodigio que con solamente 17 años se convirtió en la estadounidense más joven en participar en un Mundial de Atletismo pero que tuvo dejarlo todo porque sus entrenamientos estaban destrozando su vida.
En un artículo para The New York Times titulado “Fui la chica más rápida de Estados Unidos, hasta que me uní a Nike”, la mediafondista de 23 años cuenta las torturas que atravesó con los brutales métodos de entrenamientos en el Proyecto Nike Oregon, un grupo de entrenamiento de muy alto nivel en Estados Unidos financiado por la marca deportiva y dirigido por el polémico entrenador Alberto Salazar, quien recientemente fue suspendido por violar reglas antidopaje.
En un desgarrador video, Mary Cain cuenta que vivió una pesadilla bajo el ala del entrenador de origen cubano que se hizo famoso por preparara a grandes estrellas como Mo Farah y Galen Rupp.
“Me uní a Nike porque quería ser la mejor atleta femenina de todos los tiempos. En lugar de eso, fui abusada física y emocionalmente por un sistema diseñado por Alberto (Salazar) y avalado por Nike. Para mejorar, debía adelgazar más, más y más. No había psicólogos o nutricionistas, solamente amigos de Alberto”, reveló la joven que se estrenó en la escena grande en los 1.500 metros de Moscú 2013. Esa temporada llegó a batir un récord mundial juvenil (el de los 1.000 metros indoor) y dos récords continentales juveniles (800 y 1.500 metros).
Cain explica que la obligaron a adelgazar hasta un punto que su cuerpo dijo empezó a sufrir las consecuencias. Perdió su período durante tres años y se rompió cinco huesos. Estos métodos, que incluían pastillas anticonceptivas y diuréticos que no respetaban las normas antidopaje, le estaban desarrollando osteoporosis e incluso infertilidad. Su angustia la llevaron a tener pensamientos suicidas.
“Hay una lección biológica que aprendí de la peor forma. Desarrollé el síndrome de RED-S (Deficiencia Relativa de Energía en el Deporte). De repente, te das cuenta que pierdes tu período por unos meses, que se transforman en un par de años. Sin eso no tienes el nivel de estrógeno necesario para que tus huesos estén saludables y fuertes. En mi caso, me rompí cinco huesos diferentes. Me sentía asustada, triste y atrapada. Empecé a tener pensamientos suicidas y a cortarme. Me vieron cortándome y no hicieron ni dijeron nada. Se lo comenté a Alberto (Salazar) y simplemente me dijo que me vaya a dormir”, relató.
Su prometedora carrera terminó hundiéndose. “Cuando le conté todo a mis padres se horrorizaron, me pidieron que me tomé el primer vuelo disponible a casa y que abandone ese infierno”, contó.
Luego de tres años de inactividad, Mary Cain intenta retomar su carrera. Mientras tanto, Alberto Salazar cumple ahora una sanción de cuatro años de la agencia antidopaje estadounidense.
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