El cambio está en marcha. En tiempos donde las mujeres reclaman y se manifiestan para tener una trato equitativo con el hombre, el deporte no es un ambiente que está exento de esa lucha. Particularmente, el fútbol es una de las disciplinas donde la brecha en los ingresos que perciben ambos géneros es muy grande.
En el marco de lo que fue la realización del Mundial de fútbol femenino a principios de año en Francia, varios seleccionados se movilizaron con acciones en redes sociales o comentarios a la prensa para expresar su descontento con la diferencia de categorización que existe en el mundo de la pelota.
Pero desde este martes, la historia dio un giro importante. Gracias a un acuerdo entre la Federación Australiana de Fútbol y la Asociación de Futbolistas Profesionales de Australia, el primero de esta clase, ambos seleccionados mayores tendrán un trato igualitario: percibirán los mismos ingresos por sus participaciones en competencias deportivas, así como también de todos los acuerdos comerciales que genere la federación.
Bajo el lema “acuerdo de negociación colectiva”, los jugadores que se vistan con la camiseta del combinado oceánico recibirán un aumento que irá del 30 al 40 por ciento en el caso de clasificar a los Mundiales. Y si superan la fase de grupos, el porcentaje subirá a un 50%.
Este acuerdo, que tendrá una duración inicial por los próximos cuatro años, le permitirá a los jugadores percibir un ingreso del 24 por ciento anual a partir de la temporada 2019/2020 y que tendrá un aumento del 1% por año. “El fútbol es el juego para todos y este nuevo acuerdo es otro gran paso para garantizar que vivamos los valores de igualdad, inclusión y oportunidad”, mencionó Chris Nikou, presidente de la Federación Australiana de Fútbol, en un comunicado que se publicó en el sitio oficial de la asociación.
"Por primera vez, la remuneración de los jugadores estará directamente vinculada a los ingresos generados por nuestros equipos nacionales. Esto creará un modelo financiero sostenible que incentivará a los jugadores y a la federación a colaborar y hacer crecer la torta comercial juntos", agregó el mandamás australiano.
Otro de los avances que se fijaron en el acuerdo fue que las Matildas -el apodo que recibe las selecciones femeninas- tendrán un nuevo sistema en sus contratos para jugar en el fútbol australiano con el incentivo de que los sueldos sean similares a los que perciben los varones que militan en la A-League de Australia. En ese mismo contrato, también se establecieron mejores pautas para las mujeres durante su embarazo y en torno a su regreso a la actividad deportiva.
Sarah Walsh, la jefa del desarrollo deportivo de la federación y ex jugadora de las Matildas, también mostró su felicidad por el acuerdo logrado. “La Federación, junto a la Asociación de jugadores y todos los jugadores están orgullosos de estar a la vanguardia en la entrega de la igualdad de género real dentro del juego que amamos. Este acuerdo es el producto de generaciones de Matildas y sus partidarios que abogan por un cambio real. Este momento también les pertenece a todos ellos”, dijo.
En la última Copa del Mundo que se disputó en territorio francés, la selección australiana llegó hasta los octavos de final de la competición: luego de terminar en la segunda posición del Grupo C por debajo de Italia, cayó en los penales ante Noruega -igualaron 1-1 en el tiempo regular-.
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