El sábado 23 de noviembre, en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, será la esperada definición de la Copa Libertadores, uno de los certámenes más importantes del planeta. En ese escenario se verán las caras el actual campeón River y Flamengo, uno de los clubes más populares del planeta y que solamente pudo levantar este trofeo en una ocasión (1981 ante Cobreloa de Chile).
A falta de pocas semanas, las luces de alarma se encendieron en el Mengao debido a que está en duda la presencia de una de sus principales figuras. El experimentado arquero Diego Alves sufrió un esguince en una de sus rodillas.
El ex Valencia de España, que hasta esta lesión había disputado todos los minutos desde el arribo de Jorge Jesús al bando de suplentes del Fla, sintió una molestia el pasado domingo en la victoria por 1 a 0 ante Centro Sportivo Alagoano gracias al tanto del uruguayo Giorgian De Arrascaeta.
Ante este cuadro de situación, el arquero de 34 años no participó ayer en la igualdad 2 a 2 ante Goiás en condición de visitante en el marco de la Fecha 29 de la Serie A de Brasil. Debajo de los tres palos del líder del torneo estuvo César. Por su parte, el departamento médico del club carioca anunció que ya inició su tratamiento de recuperación (el Point of Care, el “arma secreta” de los brasileños, nuevamente saldrá a escena).
A falta de 22 días para la final de la Copa Libertadores, la prioridad en Flamengo pasa por recuperar a su arquero y tratar de darle el mayor descanso posible al resto de sus figuras. El Mengao, a falta de 9 jornadas, lidera el campeonato local con 68 unidades, 8 más que Palmeiras, su más inmediato perseguidor. Un escalón por detrás, con 55, aparece el Santos del argentino Jorge Sampaoli.
Las otras estrellas del conjunto comandado por Jorge Jesús son Rafinha (ex Bayern Munich), el español Pablo Marí, Felipe Luis (ex Atlético Madrid), Diego, el paraguayo Robert Piris Da Motta, el uruguayo Giorgian De Arrascaeta., Bruno Henrique y Gabriel Barbosa (ex Inter).
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