Madrid no le sienta bien a Gareth Bale. Dentro de las canchas el futbolista es cuestionado por su bajo rendimiento y su falta de liderazgo, mientras que del lado de afuera se ganó nuevamente el repudio de los fanáticos después de ver un episodio que protagonizó en el aeropuerto de la capital española con un niño.
El delantero galés no juega desde el 13 de octubre, fecha en la que cayó lesionado en un partido por fecha FIFA que disputó frente a Croacia. Alejado de los terrenos de juego, el futbolista se ausentó de la última práctica para viajar a Londres “por motivos personales”, aseguró su representante.
Fue a la vuelta de ese viaje cuando la prensa se abalanzó hacia él. Haciendo oídos sordos, el jugador se centró en contestar una llamada en su teléfono móvil sin detenerse a dar declaraciones, incluso sin detenerse a firmar un autógrafo de un pequeño que lo corrió durante gran parte del recorrido y que lo único que consiguió fue una mirada despectiva de parte de la estrella de Gales.
“Es un niño, ellos son quienes los hacen sus ídolos, mucha basura este tipo”, comentó un usuario en Twitter tras ver el video, “El niño no tiene la culpa de que no te guste el fútbol...ni la aburrida vida que llevas en esta hermosa profesión, o más aún... que no disfrutes de tu carrera. Fírmale al menos... sonríele al menos”, consideró otro.
Gareth Bale continúa en la cuerda floja del Real Madrid, quien intentó venderlo en la última ventana de transferencias pero no logró hacerlo al no conseguir a un comprador que iguale el salario que está cobrando hoy en día en la institución merengue.
Ante los rumores sobre una nueva oferta del fútbol chino, su representante, Jonathan Barnett, aseguró: “Gareth está eufórico, es jugador del Real Madrid” y que el viaje a Londres fue algo privado en lo que están trabajando.
La primera lesión de la temporada de Bale ha desatado una nueva crisis interna en torno al galés. De nuevo un problema de sóleo que tanto ha afectado en sus años de madridista, le frenó en seco. Sigue de baja tras caer lesionado, y tampoco participará del duelo contra el Leganés de este miércoles.
Cuando más calmada parecía la situación, con un rendimiento regular y ganándose en el campo protagonismo, respondiendo ante la confianza de Zidane, vuelve a estallar el Caso Bale en cuanto está apartado de los terrenos de juego.
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