Fue la entrevista sobre la entrevista. Lionel Messi repasó una vieja nota, la primera extensa que había realizado desde que se convirtió en profesional, en su Rosario natal, a la vera del Río Paraná, en los alrededores del Monumento a la Bandera. Tenía apenas 18 años y venía de dar la vuelta olímpica con la Selección Sub 20 en el Mundial de Holanda, donde fue goleador y Balón de Oro.
El astro del Barcelona revivió toda la charla que fue emitida en 2005 por TyC Sports, comentó algunas de sus respuestas, reformuló otras y se avergonzó por su evidente inexperiencia ante los medios.
Además, dejó títulos interesantes en lo referido a la Albiceleste, justo cuando se registraría su regreso en la fecha FIFA de noviembre tras la suspensión que arrastraba desde la última Copa América. Su relación con Sergio Agüero, el Barça y su deseo de volver a Newell’s y jugar en el fútbol argentino son otros de los tópicos.
“No me gusta verme a mí y más en esa época, después de tantos años”, confesó el argentino cuando se vio en la televisión 14 años atrás. “Soy malo para el tema de los recuerdos, de la memoria. Me cuesta recordar cosas. Si me llevas al momento y a lo que pasó ese día, sí, pero si no me cuesta”, agregó.
Respecto del mayor anhelo que quedó pendiente en su carrera, dijo: “Me hubiese encantado ser campeón del mundo, era uno de mis mayores sueños, pero no cambiaría nada, es lo que me tocó, lo que dios me dio y por algo es así. Tengo lo que tengo, que no es poca cosa, y no me puedo quejar. Lo que viví futbolísticamente y en lo personal, lo que tengo con mi familia, mis hijos, mis amigos... Fue así porque dios lo quiso y ya está”.
“Viste lo dije en su momento y había una época que decían que era de River. Cuando jugamos la final del mundialito, no festejé el gol y empezaron a decir que era hincha de River. Después otro club, Independiente, pero yo en esa época andaba con camisetas que me gustaban y la camiseta esa era linda. Salí en esa foto y después empezaron, pero obviamente fui siempre de Newell’s”, dijo sobre los rumores que indicaban que no era fanático de la Lepra. “Me hubiese gustado jugar en el fútbol argentino en general porque era lo que veía de chiquito. Yo iba a la cancha siempre con mi viejo, a la platea, a la popular. Ver lo que era eso, era impresionante. Pero jugar un clásico de esos (de Rosario) debe ser increíble”, agregó.
LAS FRASES MÁS DESTACADAS DE LA ENTREVISTA
• Sobre la pirotecnia que se tira cuando estás de visitante en Sudamérica: “A mí me puede pasar un cambión por al lado que no tengo problema, duermo. No me afecta. Pero hay compañeros que al mínimo ruido les cuesta dormir, se desvelan”.
• Su estilo de juego y por qué no se siente un delantero de área: “Siempre lo digo y lo sigo pensando. No soy un goleador de esos típicos, me gusta más venir atrás, estar en contacto con la pelota y crear. Pero también me gusta llegar y hacer goles. Pero no es que vivo del gol como los delanteros. Me gusta estar en contacto con la pelota permanentemente, si pasa mucho tiempo sin que la toque me voy y prefiero estar cerca siempre. Aprendí a regularme dentro del partido y a encontrar el momento. Hay momentos que no tengo que entrar o no toca en ese momento que participe y espero que llegue el momento más adecuado para intentar hacer el desgaste físico”.
• El chico que jugó el Mundial Sub 20: “El Mundial Sub 20 fue una experiencia inolvidable para mí. No soñaba en ese momento todo lo que viví después. Fue más grande de lo que podría llegar a imaginar. Ese pibe no soñaba a este Messi. Lo mío era mucho más humilde. En ese momento no llegaba a pensar todo lo que me tocó vivir después”.
• La comparación entre cómo se viven los clásicos en Argentina y en España: “La gente lo vive diferente, en Argentina está más loca por ese tema. No ganar el clásico significa muchísimo. Acá querés ganar, pero si perdés no pasa nada. Ahí no podés salir de tu casa si perdés un clásico, es una locura. Son todos iguales: el de Rosario, el de Córdoba, el Boca-River o Independiente-Racing. Todos se viven de la misma manera, lo vive así la gente. La locura del día a día se lleva al fútbol y termina siendo un desastre”.
• Cómo era inyectarse hormonas del crecimiento cuando era niño: “Era como una lapicera. Me iba a dormir a casa de amigos y siempre iba con eso. Ellos sabían que a la noche me tenía que poner eso y me avisaban que no me olvidara. Terminó siendo algo normal y no me afectó en nada. Al contrario, me ayudó. Al principio es chocante para los padres, que son los que más sufren, porque es un tratamiento que arranca de chico y hay que pincharse. Es chocante, pero necesario para el futuro”
• Su llegada a la Selección: “En ese momento era mas difícil que un chico de 15 o 16 años que jugaba afuera se conociera. Hoy se sabe todo, es más sencillo que llegue la información. Nosotros hicimos mucho para que yo pudiera jugar en la Selección y que ellos supieran que había un chico de 14 o 15 años jugando en el Barcelona”.
• Las finales perdidas con la selección argentina: Llegamos a finales del MUndo y de Copa América, que no es poca cosa. No todo pasa por ganar. Fue un dolor muy grande para todos, pero llegamos hasta el último partido y estuvimos a nada de poder conseguirlo. Ahora tenemos una oportunidad más".
• La actualidad de la Selección con Lionel Scaloni como entrenador: “Terminamos siendo una Selección fuerte después de muchos cambios, muchos chicos nuevos. Es una camada nueva y no es fácil adaptarse y arrancar. La Copa América de Brasil y los amistosos posteriores fueron en crecimiento, yo no pude estar por la sanción, pero los vi y los seguí. Convocaron a chicos nuevos y (el equipo) se está armando bien para lo que viene. Aparte, parte de la Copa América es en Argentina y hay que aprovechar”.
• Por qué prefiere ir al banco y entrar que ser titular y que lo saquen: “Muchos partidos se definen al final. Los primeros minutos son partidos trabados, con pocas situaciones y pocos espacios. Prefiero entrar a salir y perderme lo mejor”.
• Su mejor socio dentro de la cancha: “Ronaldinho me apadrinó, me hizo sentir cómodo y que me soltara. Adentro de la cancha me encantaba y lo buscaba siempre pero jugamos muy poco tiempo juntos. Con Luis (Suárez) hace cinco años que jugamos juntos. Con más partidos te vas conociendo más, jugás de memoria”.
• El mejor jugador que vio dentro de una cancha: “Ronaldo era un fenómeno, para mí fue el mejor de todos los que vi jugar, fue impresionante”.
• La difusión que tiene su hijo Mateo: “Es un personaje terrible. Encima ahora va a la cancha y lo agarran haciendo cosas. Es incontrolable”.
• La anécdota con el Profe Salorio: “En el Mundial Sub 20 el profe era bravo. Teníamos que estar en la habitación a las 22 y abajo había una máquina de esas que venden chocolates o gaseosas. También había una computadora en la que nos quedábamos chateando, hasta último momento estábamos ahí. Un día eran las 22.02 y con el Kun (Agüero) habíamos sacado cosas de la máquina, se abre la puerta del ascensor y era el profe Salorio. Nos dice '¿Qué hacen acá?, y nosotros escondiendo todo. Le dijimos que nos quedamos mandando mails. Al final no vio las cosas”.
• Su opinión sobre el VAR: “Es muy bueno, pero todavía no está bien usado”.
• El retiro: “De acá (Barcelona) no me quiero ir, no tengo la idea de moverme. Tengo el sueño de poder jugar en Newell’s o en el fútbol argentino, pero no sé si se va a dar porque hoy tengo una familia que está por delante de mis deseos”.
• Sus ganas de jugar algún día en Newell’s: “Lo soñé de chiquito, pero hoy tengo tres hijos y vivo en un lugar que me dio todo. Acá estoy tranquilo, puedo darle un futuro espectacular a mis hijos y hoy pensamos mucho más ellos que en el deseo mio de jugar en el fútbol argentino. Eso siempre está ahí, pero hay que tratar de convencer a la familia, a los hijos. Thiago ya es grande, tiene sus amigos y cuando le tiro en joda que nos vamos no le gusta nada o estamos un mes en Argentina y ya se quiere volver con sus amigos”.
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