Los jugadores del Veracruz tuvieron una reunión con la directiva a dos horas del comienzo del partido y aceptaron las condiciones para presentarse al partido ante Tigres. Sin embargo, a manera de protesta, pararon un minuto la pelota y se dejaron anotar tres goles para después disponerse a jugar.
Tan pronto se pitó el inicio del partido, los Tiburones Rojos detuvieron el balón durante un minuto a manera de protesta por la falta de pagos.
Tras poco más de un minuto de no mover la pelota, el portero Sebastián Jurado despejó el balón y “El Chaka” Rodríguez aprovechó para disparar desde medio campo para mandarla al fondo de las redes.
Al minuto 3, el francés André-Pierre Gignac también aprovechó para tirar desde fuera del área para poner el segundo gol en este histórico partido. Después de esa anotación, por primera vez los futbolistas de Tiburones rebasaron el medio campo para poner fin a su protesta y disponerse a jugar el encuentro.
Se trató de gol número 100 del atacante galo en el fútbol mexicano, una cifra histórica que, sin embargo, quedará marcado por el contexto. Y es que en redes sociales tanto él como el equipo felino fueron severamente criticados debido a que no se mantuvieron sin jugar como los futbolistas veracruzanos, quienes se mantuvieron estoicos durante su breve manifestación.
Los jugadores escualos siguieron sin oponer mucha resistencia y poco antes de los ocho minutos de juego, el chileno Edu Vargas sacó provecho del desinterés de sus rivales para clavar el 3-0, ante los abucheos del público, que no se podía creer que los dirigidos por Ricardo “Tuca” Ferretti no se solidarizaran por más tiempo.
En la transmisión del partido por TV Azteca se dio a conocer que los futbolistas de la UANL sabían de la intención de no jugar durante tres minutos y no lo respetaron, lo cual fue explicado por Ángel Reyna.
Fue así que la molestia de los jarochos apareció con un Gabriel Peñalba quien le reclamó a André-Pierre Gignac tras anotar gol ante un Sebastián Jurado parado y observando el paso del balón. Así como los reclamos de Jesús Dueñas por acercarse a la banca a invitarlos que jugaran o Luis Rodríguez que anotó el primer gol de los felinos cuando había pasado apenas un minuto.
El vicepresidente de Tiburones Rojos, Raúl Arias, dijo un día antes que a pesar de los adeudos de sueldo a los jugadores y cuerpo técnico, el equipo sí jugaría en la fecha 14 ante el campeón Tigres.
“Nosotros nos mantenemos, confío en los jugadores; este es un juego de adultos y no vamos a faltar el respeto a los Tigres, por eso puedo decir que jugamos mañana (hoy)”, declaró Arias.
“No es una amenaza, es un hecho, tuve una reunión con los jugadores y han decidido no jugar el próximo viernes, y vamos a apoyar esa decisión”, declaró a su vez Álvaro Ortiz, presidente de la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales (AMFpro).
Veracruz ocupa el último lugar de la Liga MX y es el principal candidato al descenso al hilar 39 partidos sin ganar. Incluso, a varios de sus jugadores les adeudan hasta cinco meses de sueldo.
“Es una incertidumbre muy grande y a pesar de eso ellos tratan de entrenar al ciento por ciento, pero veo mucha entrega y disposición de parte de ellos y por eso confío en que vamos a jugar”, sentenció Arias.
En el Clausura 2019 los Tiburones terminaron últimos y debían descender, pero en el reglamento del fútbol mexicano está contemplada la permanencia en Primera División a cambio de un pago de 120 millones de pesos (unos USD 6,2 millones), lo que hicieron.
"El presidente (Fidel Kuri) habló con los jugadores y les aseguró que va a pagar la siguiente semana y eso es estimulante", explicó Arias.
Finalmente, los futbolistas se presentaron, pero decidieron manifestarse para hacer notar la injusticia por la que atraviesan en este polémico equipo, condenado al Ascenso MX.
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