Los Tiburones del Veracruz se encuentran al filo del arpón. No solo acumulan 40 partidos sin ganar -cifra con la que establecieron un penoso récord-, también se encuentran en medio de escándalos de corrupción, falta de pago a sus jugadores y hasta acusaciones de abuso sexual contra menores.
Extraoficialmente se dijo que si Fidel Kuri Grajales, propietario del club, no pagaba antes del sábado a los jugadores, estos no se iban presentar ante Tigres en el duelo de la jornada 14 del torneo Apertura 2019.
Sin embargo, el presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla, advirtió que si deciden no presentarse al partido de este viernes en el Estadio Luis “Pirata” Fuente, descenderán automáticamente. Tal y como lo establece el reglamento de la federación.
“Si el club no se presentase a jugar el viernes, el reglamento es claro: aquel club que no se presente a la competición, desciende automáticamente. Se aplicarían los artículos correspondientes por poner en riesgo la integridad de la competencia e iniciaría el proceso de desafiliación”, afirmó el directivo a su llegada a la Ciudad de México.
Enrique Bonilla viajó a Veracruz para reunirse con Fidel Kuri Grajales, quien supuestamente le prometió presentar un plan de pago a los futbolistas antes de que concluya la semana.
El empresario mexicano argumentó que no ha podido finiquitar los pagos por un conflicto que arrastra, según él, desde hace medio año.
"Ya me dio la cara. Argumenta que tiene un problema de liquidez que espera resolver a la brevedad. Los clubes, Liga y Federación, todos queremos apoyar, pero no tenemos la forma de sacar los recursos porque no tenemos el documento que nos permita hacerlo. Si ellos presentan su controversia y su documentación, cobrarán antes de que termine el torneo”, explicó Bonilla.
El presidente de la Liga concluyó diciendo que en la próxima Junta de Dueños se tratará el tema de los acuerdos verbales - los jugadores no tienen contrato escrito-, afin de que la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales hable con el plantel para evitar mayores complicaciones.
"Invitaremos a la AMF para que platiquen con los jugadores para que ya no celebren esos acuerdos y si lo hacen, los registren con firma, le saquen copia y los lleven a la Federación. Esa es la invitación que le hacemos a la Asociación. Por nuestra parte, lo hablaremos de manera interna”, concluyó.
La temporada pasada, el equipo escualo descendió al Ascenso MX -como le llaman en México a la segunda división-, pero pagaron 120 millones de pesos para poder mantenerse en primera, al ser una opción estipulada en el reglamento de la Federación Mexicana de Fútbol, en busca de incrementar su número de equipos a 20 en la máxima categoría.
Kuri Grajales admitió hace poco más de un mes que no tenía dinero para solventar las deudas con sus jugadores. Argumentó no tener el respaldo económico del gobierno y que todos los gastos del equipo debían salir de su propio bolsillo, situación que le complicaba todavía más. Esto a pesar de que está ligado a otras 16 compañías.
De acuerdo al Registro Público del Comercio (SIGER), el nombre del directivo aparece en 16 actas constitutivas de sociedades mercantiles que van desde inmobiliarias, arrendadoras, constructoras, comercializadoras, venta de muebles, audio y electrónica, transportes y hasta medios de comunicación. Sin embargo, aún así es incapaz de pagar las deudas.
El barco que mantiene a flote a los Tiburones de Veracruz sigue aguantando las inclemencias, pero todo parece indicar que no lo hará por mucho tiempo.