Lionel Messi fue galardonado por sexta vez en su carrera como el máximo goleador de Europa en la temporada con la Bota de Oro, pero buena parte del protagonismo en la ceremonia se lo robó su hijo Mateo, quien estuvo ubicado en la primera fila del evento junto con su madre Antonela Roccuzzo y su hermano mayor Thiago.
Inquieto, el pequeño de cuatro años jugó con las manos de su padre durante un buen rato pero comenzó a llamar más la atención cuando la Pulga subió al escenario para responder algunas preguntas que le enviaron niños españoles. “Soy mañoso con el tema de la almohada, le doy mucha importancia, pero después a la hora de dormir me puede pasar un camión por al lado que no siento nada”, comentó el futbolista rosarino ante la consulta le llegó por video.
La siguiente pregunta fue sobre su dieta y allí le habló en vivo a sus hijos: “Le doy mucha importancia al tema de la alimentación, del cansancio. Siempre se lo digo a mis hijos que es importante comer bien para después tener fuerza en el cole o cuando vayan a hacer alguna actividad. Aunque le cuesta comer mucho verduras, como a todos supongo. Pero le damos mucha importancia...".
“¿No les gusta el brócoli?”, intervino el conductor del evento. “A Thiago sí, Thiago come. Mateo...”, respondió el crack de 32 años mientras su hijo mayor asentía con la cabeza y el segundo entre sus descendientes movía de un costado al otro su rostro para dar la negativa despertando las risas de los presentes.
Messi también dio detalles sobre sus preferencias a la hora de vestirse: “Depende el día, de cómo me levante, pero soy más de ir cómodo, en chándal, como mucho un texano, pero más cómodo. El traje para ocasiones especiales nomás”
Sin embargo, la pregunta más íntima llegó al final: “¿Eres blando o estricto con tus hijos? A la hora de ponerse serio, ¿lo hace mamá o lo hace papá?”.
Entre risas, Leo confesó: “Mejor no los dejamos contestar a ellos por las dudas... Generalmente el malo soy yo. El que lo reta más y le está más encima, a veces demasiado, pero a veces se lo merece. Muchas veces se lo merece...”.
Hace apenas algunas semanas atrás, el capitán del Barcelona y la selección argentina había reconocido que le estaban poniendo más límites a Mateo: “Lo estamos cortando un poco porque se nos está yendo de las manos”.
Los niños todavía tendrían más protagonismo en la jornada cuando los organizadores decidieron pedirles a ambos que suban al escenario para entregarle la distinción al agasajado. Saltaron hasta el estrado, saludaron a su padre y luego Mateo casi hace una travesura con la Bota de Oro, pero Leo alcanzó a frenarlo a tiempo. Para el cierre, Mateo no paró de sacar su lengua en la foto oficial y hasta se adueñó del micrófono del evento.
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