Luego de la caída el domingo ante Gales por 35 a 13 en el Mundial de Rugby de Japón, el plantel de Uruguay fue al restaurante Bacon Egg, de la ciudad de Kumamoto, para celebrar el cierre de su participación del certamen. Sin embargo, lo que parecía ser una despedida terminó el escándalo.
Según lo informado por el sitio The Japan Times, uno de los jugadores de Los Teros atacó a un empleado en la entrada y el video se viralizó en las redes sociales. Las cámaras de seguridad captaron el momento en el que el trabajador cae al suelo y sufre una “lesión leve en la espalda”.
Según publicó la prensa local, varios integrantes del plantel generaron destrozos en el local que equivalen a 40 mil dólares: derramaron alcohol sobre los equipos de DJ, golpearon paredes, rompieron espejos y destruyeron un oso de peluche. Sin embargo, estas imágenes aún no se conocieron.
Además, en el lugar había cerca de 200 clientes y fueron ellos quienes llamaron a la Policía que ahora está investigando lo ocurrido. Por su parte, el restaurante no descarta realizar una denuncia penal contra los deportistas.
Para calmar la situación, un miembro del Comité Organizador se apersonó en el lugar para pedir las disculpas correspondientes, según declaraciones al sitio japonés: “Incluso si sucedió en su tiempo privado, su comportamiento es lamentable. Como comité organizador del país anfitrión, esperamos abordarlo de buena fe".
Los Teros cerraron su participación del Mundial de Japón con un saldo de tres derrotas (Australia, Gales y Georgia) y un histórico triunfo (30-27 a Fiji) en el Grupo D por lo que no pudo clasificar a los cuartos de final.
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