Con tan sólo 22 años, Simone Biles se convirtió en una leyenda del deporte mundial. Este domingo la gimnasta, que venía haciendo un papel extraordinario en el Mundial de Stuttgart, cosechó dos medallas más que, unidas a las 23 que reunió a lo largo de sus participaciones mundialistas, sumaron un total de 25; una cifra conmovedora.
Biles había igualado el sábado el récord establecido por el bielorruso Vitaly Scherbo (23 preseas) en los años 90 con su victoria en salto. En detalle, la cuatro veces campeona olímpica cuenta con 19 oros mundiales, 3 platas y 3 bronces tras dominar en barra y en suelo en la última jornada.
En este campeonato del mundo la joven atleta sumó cinco oros después de proclamarse campeona por equipos, en el concurso general, suelo, salto y en viga de equilibro. Sin embargo, el número de medallas y el récord que superó son un condimento más dentro de la performance que llevó a cabo en Alemania, en la que sorprendió a todos con sus nuevos ejercicios en la sesión clasificatoria.
Todo comenzó en el Campeonato Mundial de Gimnasia del 2013 en Amberes (Bélgica). Con 16 años, el nombre de Simone Biles se asomaba como una apuesta de la USA Gymnastics, con vistas a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Sin embargo, la adolescente ya obtenía dos de las seis medallas doradas que reparte la disciplina (concurso general y suelo) además de un bronce (barra).
Para los Mundiales del 2014 y 2015 en Nanning (China) y Glasgow (Reino Unido), la gimnasta de 1,45 metros ya se había hecho gigante al conseguir 10 medallas entre ambos mundiales. Hasta ese momento, la estadounidense tenía 10 oros, 1 plata y 2 bronces.
Con 19 años, la oriunda de Ohio llegó como favorita a los Juegos Olímpicos de Río 2016. Las expectativas se habían cumplido y deslumbró. Con cuatro oros se convirtió en la gimnasta estadounidense con más medallas de oro en una única cita olímpica.
Pese a que la vida útil competitiva de las atletas de élite que se desempeñan en el mundo de la gimnasia es relativamente corta, lo de Biles es un caso excepcional. Después de tomar un receso de 12 meses, no sólo volvió a cosechar cinco medallas en el Mundial de Doha (Qatar) 2018, sino que patentó dos temerarios ejercicios en los All- Around de esta cita del mundo (Stuttgart 2019)
Lejos de comenzar el declive en su carrera, con 22 años Biles continúa evolucionando y llegará en plena forma a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 después de lo demostrado en Alemania.
Oros en salto, barra, suelo, general y por equipos, se sumaron al hecho de que ahora dos ejercicios llevarán su nombre a lo largo de la historia, y cada vez que alguien consiga hacerlos será recordada (Biles I y Biles II).
Biles lleva seis años compitiendo al máximo nivel sin demostrar síntomas de cansancio y superándose a sí misma. A pesar de ser una de las atletas más populares del mundo, la joven norteamericana convive con un episodio que la marcó para toda su vida. En 2018, la atleta reconocía públicamente estar tomando medicamentos para combatir la ansiedad desde que en enero de ese año confesaba haber sido víctima de Larry Nassar, el ex médico del equipo nacional condenado a un mínimo de 40 años de prisión por abusar de más de 350 menores y mujeres deportistas.
“Yo también soy una de las muchas supervivientes de las que abusó sexualmente Larry Nassar. Hay muchas razones por las que he sido reacia a compartir mi historia (...) Este comportamiento es completamente inaceptable, repugnante y abusivo”, explicó a través de una carta abierta la gimnasta que se mantuvo luchando en silencio durante gran parte de su carrera.
La estadounidense ya es leyenda. Se convirtió en la gimnasta con mas medallas ganadas (25) en la historia de los Mundiales, estampó su nombre en dos movimientos y es una de las candidatas para Tokio 2020.
Sin embargo, hay un objetivo que todavía no pudo alcanzar y todas las miradas estarán puestas allí: las Barras Asimétricas, la única de las seis categorías en la que nunca pudo ser campeona. En Alemania quedó quinta y tanto en mundiales como en Río 2016 no llegó al podio.
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