Nadie imagino verlo otra vez en la pista, pero Andy Murray ha resurgido de sus cenizas como un ave fénix. Ha dejado muy atrás aquel llanto con el que inicio este 2019. Lágrimas de dolor físico, pero sobre todo de sufrimiento emocional. Fue hace solamente 8 meses que se sentó ante los micrófonos y dijo que tenía que retirarse del tenis profesional. Lo hizo tras perder en el Abierto de Australia por 6-4, 6-4, 6-7, 6-7 y 6-2 ante el español Roberto Bautista Agut, en un partido que duró poco más de cuatro horas y tuvo un desarrollo con una carga altamente emotiva. Y justamente, tras regresar al circuito, ha anunciado que volverá a jugar en el Australian Open el próximo año.
Justo antes de la cita de este año, el tenista escocés de 32 años anunció entre lágrimas en una rueda de prensa que su intención era decir adiós al deporte después del torneo de Wimbledon porque el dolor que sufría en la cadera se había vuelto insoportable. Pero el ex número uno del mundo optó finalmente por someterse a una operación de cadera que le permita regresar a la competición.
Los dolores lo perseguían desde hace más de un año, eran intensos y lo atormentan. Por eso Murray ingresó al quirófano por segunda vez a fines de enero de este año con la esperanza de al menos terminar con el sufrimiento y tener una vida normal. “Me sometí a una cirugía de recuperación de cadera en Londres. Espero que este sea el final de mi dolor de cadera. Ahora tengo una cadera de metal”, contó el jugador escocés.
Pero poco a poco fue sintiéndose mejor, más fuerte, la nueva cadera respondió bien y el triple ganador de Grand Slam (US Open en 2012 y Wimbledon en 2013 y 2016) regresó al circuito en junio en dobles, logrando la victoria en Queen’s en dupla con el español Feliciano López. En singles, reapareció en agosto en Cincinnati, perdiendo en primera ronda. Luego renunció al US Open y volvió a probar suerte en Winston Salem, donde fue eliminado en el debut.
Su primera victoria la consiguió siendo el 413° del ránking mundial, imponiéndose a al estadounidense Tennys Sandgren por 6-3, 6-7 (6-8) y 6-1 en el ATP 250 de Zhuhai. Comenzó a escalar puestos en la clasificación de la ATP y jugar cada vez en mejor nivel. Cuando perdió ante el austríaco Dominic Thiem en cuartos de final del torneo de Pekín, ya había subido 217 lugares en el ranking, colocándose en el número 286.
Murray recibió un wild card para disputar el Masters 1000 de Shanghái. En la primera ronda derrotó por 2-6, 6-2 y 6-3 al argentino Juan Ignacio Londero y, pese a contar con un match point, cayó ante el italiano Fabio Fognini por 7-6 (4), 2-6 y 7-6 (2). En medio de este certamen, se confirmó que regresará a un Grand Slam en el Australian Open del 2020, justo un año después de la cirugía de cadera que salvó su carrera.
“Confirmado: Andy Murray volverá a competir en el #AusOpen in 2020”, anunciaron en Twitter los organizadores del Abierto de Australia. Murray llegó en cinco ocasiones a la final en Melbourne Park, la última de ellas en 2016, pero nunca logró hacerse alzar el trofeo.
Será un torneo muy conmovedor, ya que no solamente será el regreso de Murray a un torneo de esta magnitud. También esperan la vuelta de la tenista belga Kim Clijsters, ex número uno del mundo, quien regresará al circuito femenino tras más de siete años.
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