Cada vez que Simone Biles pisa un gimnasio para ser protagonista de una competencia nacional o internacional, el público enloquece. Con el paso del tiempo, la joven de 22 años que se consagró en los últimos Juegos Olímpicos de Río 2016 -ganó cuatro medallas doradas-, se transformó en un ícono para la disciplina y para el deporte mundial.
Perfeccionista, la nacida en Columbus, estado de Ohio, sorprendió a todos con sus nuevos ejercicios en la sesión clasificatoria en el Mundial de Stuttgart. Fueron dos movimientos que cautivaron al público y que, por lo peligroso de su realización, motorizaron una decisión oficial de la Federación Internacional de Gimnasia sobre el valor de dificultad en la puntuación final.
Más allá del nuevo ejercicio para su rutina de suelo denominado “Biles II” -realiza una triple doble mortal- que logró con éxito en la clasificación de la competencia All Around en la ciudad alemana, la mirada de los jueces estuvo puesta en la ejecución de su nuevo movimiento sobre la viga, conocido como “Biles I”.
En dicha acción, la estadounidense completa la salida -el momento definitivo del ejercicio sobre la barra de equilibrio- con una doble mortal hacia atrás con dos giros que requiere una rotación de 720 grados por parte de la atleta. A pesar que la gimnasta ganadora de 14 títulos mundiales completó la serie con éxito, una vez que finalizó su participación en la fase inicial del Mundial mostró su descontento con la puntuación que le otorgaron los jueces a su nuevo ejercicios.
Es que un día antes del comienzo de la Copa del Mundo en Alemania, la Federación emitió un comunicado aclarando el valor de dificultad del ejercicio de Biles en la viga, al que calificaron como “razonable”. “Hay un riesgo añadido en la recepción de los dobles mortales en la salida de la barra, con o sin giros, que incluye una posible caída sobre el cuello”, explicó el escrito que publicó la FIG en su sitio oficial.
Además, el Comité Técnico Femenino estableció que llegaron a esta definición “para proteger a los gimnastas y preservar la dirección de la disciplina”. Dentro del manual que califica el nivel de complejidad en los movimientos, se determinó que el “Biles I” tiene una dificultad H, osea una puntuación de 0.8 para la sumatoria final. La gimnasta estadounidense esperó una mayor puntuación para su salida en la barra de equilibrio: una I -es 0.9- o una J -es 1 punto-, pero eso finalmente no sucedió.
A pesar de la definición del ente que rige a la gimnasia en el mundo, Biles terminó como la mejor en viga con una puntuación de 14.800. Una vez que terminó su rutina, hizo el clásico saludo de las gimnastas en el final de su actuación, pero le sumó unos aplausos mirando a los jueces que generaron suspicacia entre los especialistas.
“Me siento bien porque finalmente pude lograr completar la rutina como la entrené. Igual, todavía siento que lo puedo hacer mejor”, dijo Simone luego de finalizar su actuación en los cuatro aparatos. En el ejercicio de suelo logró 14.833 y tuvo el mejor puntaje, mientras que en salto fue segunda con 15.066 y en las barras asimétricas terminó en el séptimo puesto con un registro de 14.733.
Gracias a terminar con un total de 59.432 puntos, Biles cerró en el primer lugar de la clasificación general para disputar, el próximo jueves, la final All Around. En el segundo lugar de la lista finalizó la estadounidense Sunisa Lee (57.166) y tercera la francesa Mélanie de Jesus dos Santos (56.782). El sábado serán las finales por aparatos, a las que también logró el pasaje en cada ejercicio.
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