Gremio y Flamengo protagonizaron una primera semifinal de la Copa Libertadores cargada de polémica y con desarrollo cambiante: igualaron 1-1. La visita se puso en ventaja en el segundo tiempo, gracias a un cabezazo de Bruno Henrique, pero el dueño de casa empató en el epílogo, con una arremetida de Pepe que resultó discutida, porque se dio mientras Filipe Luis, lateral de los cariocas, se hallaba tendido en el césped. ¿Más condimentos? Néstor Pitana, a instancias del VAR, le anuló (correctamente) dos tantos al Fla.
Flamengo jugó un muy buen primer tiempo y mereció irse en ventaja. Apostó a la tenencia del balón y, cuando menos lo esperó el local, aceleró a pura movilidad, con un pack ofensivo que no dio referencias posicionales. Bruno Henrique y Gabriel, por ejemplo, generaron zozobra en el área de los de Porto Alegre. Y dos veces gritaron los fanáticos del conjunto carioca, las dos veces el festejo quedó ahogado por el VAR, a cargo del argentino Mauro Vigliano.
Primero, el gol lo firmó Everton Ribeiro, con un remate desde afuera del área. Pero en la acción previa hubo falta a Kannemann, que el árbitro Néstor Pitana no observó. En consecuencia, la Asistencia Arbitral por Video intervino, el misionero analizó la jugada en la pantalla y anuló la conquista.
Minutos después el que celebró fue Gabriel: otra vez la tecnología lo anuló por fuera de juego. En ambas ocasiones, resultó un acierto (el fuera de juego resultó milimétrico); el problema fue el tiempo de demora en la constatación. Por eso, Pitana dio seis minutos de descuento en la primera etapa. El juez, además, amonestó a Michel, de Flamengo, a instancias del VAR, que lo llamó a revisar un planchazo por tratarse de un roce con potencialidad de tarjeta roja.
En la segunda parte, el desarrollo cambió rotundamente. Gremio, que apenas si había logrado producir inquietud con alguna corrida de Everton (el delantero campeón de América con Brasil) y había sufrido las variantes de Flamengo, comenzó a progresar desde el oficio y el juego asociado, ante un adversario que exhibió menos ritmo. Diego Alves debió intervenir en dos ocasiones y parecía que el campeón de la edición 2017 tenía el partido a su merced.
Pero a los 69 minutos de juego, un centro cruzado y preciso del uruguayo De Arrascaeta encontró a Bruno Henrique apareciendo por detrás del lateral y, de cabeza, puso el 1-0 para la visita, que superó la barrera del VAR.
Pero la polémica volvió a adueñarse del encuentro. Filipe Luis cayó junto al área contraria, sobre el carril izquierdo. Gremio recuperó y salió de contra a toda velocidad por la banda contraria. El balón volvió al sector donde el ex Atlético Madrid, todavía tendido, se hallaba ausente. Desde allí, Maicon envió un centro potente que Pepe envió al fondo de la red.
No hubo tiempo para más: el partido de vuelta será el 23 de octubre en el estadio Maracaná, en Rio de Janeiro. Del otro lado, esperan rival River o Boca, con el mismo sueño: quedarse con la estrella más importante del continente.
FORMACIONES
MÁS SOBRE ESTE TEMA: