El francés Anthoine Hubert, del equipo Arden, ha muerto este sábado tras un tremendo accidente sufrido en la primera carrera de la Fórmula 2 en el circuito belga de Spa.
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha confirmado en un comunicado el luctuoso hecho tras el incidente en el que se vieron implicados los coches 12, 19 y 20. Hubert falleció a las 18.15 hora local.
El galo, de 22 años, fue embestido a gran velocidad por el coche del estadounidense-ecuatoriano Juan Manuel Correa en la zona del Raidillon, tras salirse de pista y haber golpeado las protecciones de la zona derecha.
El joven, que hubiera cumplido 23 el próximo 22 de septiembre, era oriundo de Lyon y disputaba su primera temporada dentro de la Formula 2, en donde ya había ganado dos carreras, siendo la primera la de Mónaco (en mayo) y la segunda en Le Castellet (en junio).
El piloto del equipo BWT Arden había ingresado este año en la Academia de Renault Sport, después de una notable trayectoria dentro del mundo motor. Hubert se metió en las competencias de categorías de monoplazas en 2013, tras varios años de disputar torneos de karting. En ese mismo año se quedó con el trofeo tras conquistar la F4 de Francia.
Posteriormente, en 2014 y 2015 disputó la Eurocopa de Fórmula Renault 2.0 y la Fórmula Renault Alpes 2.0 con el equipo Tech 1 Racing para luego, en 2016, ingresar a la escudería Van Amersfoort Racing.
Al año siguiente, y hasta 2018, fue parte del GP3 Series con el equipo ART Grand Prix, con el que consiguió el título el año pasado al cosechar 214 puntos. Finalmente, en 2019 llegó a la Fórmula 2 con BWT Arden en la que se ubicaba en el octavo lugar.
EAU ROUGE (Aguas rojas)
A pesar del verdadero significado que se le dio a esa curva, debido a que se ubica sobre un río de color rojizo por las altas concentraciones de hierro, existe una leyenda urbana que asegura que ese término se utilizó por la sangre que dejaron los pilotos en ella tras acelerar demasiado y terminar fuera del circuito.
"Fue el mejor accidente de mi vida", aseguraba el ex piloto canadiense Jacques Villeneuve en 1999 tras salirse de pista y golpear de lleno contra los neumáticos de contención.
"Se comprime todo el cuerpo cuando pasas por el punto más bajo de la curva. Es muy extraño, pero también muy divertido", explicaba el español Fernando Alonso cuando fue consultado acerca de Eau Rouge.
"El día que pase Eau Rouge con el pedal a fondo habrá dejado de apasionarme la Fórmula 1", consideraba en su momento el legendario corredor brasileño Ayrton Senna, que reconocía que mientras tomaba la curva "hablaba con Dios".
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