Corría el año 2006 cuando el boxeador (en aquel entonces de 34 años) recibía una condena de 160 años de prisión sin libertad condicional por robar una casa de cambio de dinero, intentar escapar en un auto y abrir fuego contra la policía. El detalle que agravó su situación es que al robar el vehículo lo hizo con una mujer y los hijos de ella en el interior, lo que se consideró como un intento de secuestro.
Desde ese momento, Clifford Etienne pasa sus días encerrado en la prisión parroquial de East Baton Rouge (Louisiana). A pesar de la reducción en la sentencia que se produjo en 2013, en donde se bajó la cantidad de años a 105, el ex deportista pasaría toda su vida encerrado.
El Rinoceronte Negro, como se lo apodaba en el ambiente pugilístico, pasa su días como puede, y responde cartas para despejar su cabeza. Recientemente el portal TMZ publicó una de sus misivas en las que recordaba su encuentro con Mike Tyson.
La pelea con Mike Tyson
"Lo siento, me tomó mucho tiempo volver a contactarte. Acabo de rediseñar la carta que me enviaste al final del día. Y siempre me tomo el tiempo para responder a cualquiera que se toma un tiempo para escribir", así comenzó la carta del ex boxeador cuyo historial refleja un 29-44-2.
El hombre, de 47 años, enumeró las respuestas, en las que habló de todo. Su situación personal, su carrera dentro del deporte y su recordada pelea con Mike Tyson en la que solo duró 45 segundos de pie antes que el árbitro Bill Clancy finalizara el combate.
"Todavía estoy saludable y espero un futuro mejor. Saldré de aquí (…) Ya no estoy en una celda. Ahora comparto una gran habitación con más de 100 presos", aseguró Etienne en su primera respuesta y explicó qué hace en su tiempo libre dentro de la prisión: "Pinto y me corto el cabello casi todos los días … a veces veo televisión…, sobre todo, noticias y deportes".
En cuanto a su carrera como boxeador afirmó: "Fue una historia interesante… de la que he empezado a escribir un libro que todavía no he terminado". En ella se destacan los enfrentamientos ante Mike Tyson en 2003, Frans Botha en 2002 y Nikolay Valuev en 2005, entre otros.
Fue el 22 de febrero de 2003 cuando se midió ante el neoyorkino en el Pyramid Arena de Memphis: "Pelear contra Tyson fue igual que pelear contra los otros boxeadores… Fue un trabajo con el que mantener a mi familia… Conocí a Tyson años atrás y nunca hablamos de una pelea entre nosotros".
Finalmente consideró: "Lo más divertido que tuve en el boxeo fue cada vez que el árbitro levantaba mi mano como el ganador después de todo ese duro entrenamiento".
El ex boxeador continúa cumpliendo una extensa condena que lo priva de por vida de su libertad. En ese contexto, Etienne se aferra a lo más cercano al contacto social. Responder cartas a extraños: "Cuídate. Te deseo lo mejor a ti y a los tuyos", concluyó.
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