México no pudo disputar el partido por el oro de los Juegos Panamericanos Lima 2019, pero al menos le quedó como consolación el haber conseguido la medalla de bronce tras vencer a Uruguay, con quien tenía cuentas pendientes de hace cuatro años atrás.
La selección mexicana Sub-22 se adjudicó la presea de tercer lugar en el torneo de fútbol varonil de los Panamericanos, al imponerse por pizarra de 1-0 a su similar charrúa, que en Toronto 2015 se había hecho acreedor al oro a costa del Tricolor.
La única anotación del juego fue obra del jugador de los Gallos Blancos de Querétaro, Paolo Yrizar, quien apenas al minuto seis de este juego que se disputó sobre la cancha del estadio de la Universidad Mayor de San Marcos, clavó el tanto definitorio.
Esta es la tercera presea de bronce que logra la selección de México en el balompié masculino en una justa panamericana, luego de las conseguidas anteriormente en Santo Domingo 2003 y Río de Janeiro 2007. Pero sugiere un retroceso, luego de haber obtenido el oro en Guadalajara 2011 y la plata en 2015.
Un gol antes de los primeros diez minutos de acción le permitió al cuadro azteca, comandado por Jaime "El Jimmy" Lozano cerrar de manera digna su participación en esta competencia, en la que se colgó la presea de bronce a pesar de sembrar dudas desde su partido debut.
Corría apenas el minuto seis del tiempo corrido cuando el zaguero uruguayo Pedro Álvarez falló al intentar cortar un balón frontal que le quedó a Yrizar, quien dentro del área, mano a mano con el portero Santiago Mele, definió perfecto con disparo cruzado para así abrir el marcador.
Solo siete minutos después estuvo cerca de aumentar la ventaja en un gran desborde de Ulises Cardona por izquierda, quien se llevó a un rival para meter un centro que el también futbolista de Querétaro Marcel Ruiz conectó de primera, pero el guardameta, con grandes reflejos, le metió la mano la derecha para salvar su meta.
Luego de esta oportunidad, el Tri replegó líneas y le cedió toda la iniciativa a los sudamericanos, quienes pese a tener el balón, carecieron de claridad al frente para poner en peligro la meta de Luis Malagón e irse así al descanso.
Para el complemento, el control del esférico estuvo prácticamente del lado de los charrúas, quienes, conforme transcurrió el juego, llegaron con más peligro sobre la meta rival y tuvieron opciones para emparejar los cartones.
La primera fue al minuto 58, en un disparo de Maximiliano Araujo que Malagón, con un gran manotazo, mandó por encima; la segunda al 80, en un remate fuera del área de Leonardo Fernández, que se fue apenas por arriba del travesaño.
Y la más importante, cuando el agobio ya era complicado de soportar, al minuto 88, en un tiro de esquina por derecha a segundo poste, donde Bruno Méndez, de frente, conectó un cabezazo que se fue por encima, con lo que México logró mantener en cero su meta y así irse al menos con el bronce de la justa panamericana.