Tuvieron que pasar 52 años para que un mexicano volviera a ganar una medalla de oro en las anillas de la gimnasia artística de los Juegos Panamericanos. Fernando Vallés lo hizo en Winnipeg 1967 y ahora su compatriota Fabián de Luna devolvió el cetro al país azteca.
Como si no fuera suficientemente épica su historia en Lima 2019, para coronarse el mexicano tuvo que faltarle el respeto a un campeón olímpico como el brasileño Arthur Zanetti.
Hubo un reparto minucioso de medallas en la primera jornada de finales en aparatos de gimnasia artística de los Juegos de Lima. En cinco finales, cinco países diferentes ganaron. Brasil, México, Chile, Canadá y Estados Unidos recogieron la presea dorada.
Arthhur Zanetti, campeón olímpico de anillas en 2012 y subcampeón en 2016, falló en su intento de repetir victoria en los Juegos Panamericanos al plantear dificultades que no logró superar, lo que le obligó a ceder la cumbre del podio a De Luna.
El favorito cometió balanceos excesivos de brazos y tuvo problemas de verticalidad que le rebajaron su nota hasta los 14,400, una décima menos que De Luna, más seguro en sus movimientos sobre el aparato considerado más difícil del programa masculino.
Subió también al podio un veterano de las anillas como el argentino Federico Molinari, de vuelta a la clase alta tras temporadas duras de lesiones (14,066).
Pero si los Juegos Panamericanos debían saldar una deuda con algún gimnasta, era con el chileno Tomás González.
Uno de los pocos sudamericanos que puede presumir de haber sido tres veces finalista olímpico no tenía, sin embargo, ningún oro en los Juegos Panamericanos. Tampoco su país en el tablero de gimnasia.
Todas esas cuentas pendientes quedaron saldadas este martes en los 70 segundos que duró su ejercicio de suelo. Planteó un grado de dificultad de 5,900, el segundo más alto de los ocho finalistas, pero ningún otro se acercó a los 8,700 puntos de ejecución que él mereció de los jueces.
Tras el bronce de 2007 y la plata de 2011, ausente en 2015 por lesión, el chileno puso por fin su nombre en lo alto del podio de la que es su gran especialidad.
El tres veces finalista olímpico (salto y suelo en Londres 2012 y salto en Río 2016), de 33 años, ganó con nota de 14,600, seguido por el estadounidense Robert Neff (14,166) y el colombiano Andrés Martínez (14,100).
El mexicano Daniel Corral, que se apartó de la final del concurso completo por una dolencia en el hombre derecho para reservarse para la finales por aparatos, salió al tapiz con un aparatoso vendaje en su articulación y dejó una impresión excelente, maestro de la pirueta, que empañó con un par de titubeos en el tramo final.
Fue puntuado quinto con 13,933, por detrás del brasileño Arthur Nory Mariano, que pegó al suelo todas sus series excepto la última y exhibió potencia de salto y control sobre su propia fuerza (13,966).
Elsabeth Black, campeona del concurso completo, sumó otro título en la especialidad de salto con puntuación de 14,450. La cubana Yesenia Ferrera (14,391) impidió el doblete canadiense y desplazó a Shallon Jade Olsen al bronce (14,183).
Esta final femenina de salto tuvo la anomalía histórica de no contar con ninguna gimnasta estadounidense.
Virgen y Ontiveros se quedan en la orilla
Poco antes de la exhibición de De Luna, sus compatriotas Juan Virgen y Rodolfo Ontiveros iban por el bicampeonato.
Si hace cuatro años, en Toronto 2015, pudieron remontar a los brasileños Vitor Araujo y Alvaro Magliano, quienes partían como los favoritos, ahora la misión era hacer lo mismo con los chilenos: los primos Marco y Esteban Grimalt, cosa que no pudieron finalmente lograr.
"Para mí es una plata que me sabe a eso, a plata. Sí con un sabor agridulce porque queríamos el oro, pero el deporte es así", admitió Virgen al término del partido en el que cayeron en tres sets.
Recordó que para llegar a una segunda final de unos Juegos Panamericanos tuvieron que pasar muchas situaciones, unas adversas y otras simplemente parte del juego y que ocasionó estar parado un tiempo.
Sin embargo, haber estado en la final, luego de un inicio malo, fue gratificante, sobre todo porque pudieron haber logrado un segundo título, "pero ellos, los chilenos jugaron bien y hay que aplaudirles por ese logro".
Este martes, Chile hizo lo que México hace cuatro años, al lograr su primera medalla de oro en el voleibol de playa de unos Juegos Panamericanos y pasar a la historia de la justa continental.
"Así es el deporte, sabíamos que iba a ser difícil, pero no imposible. Chile jugó muy bien y lo tiene merecido. La idea era llegar al podio, se logró, pero queríamos el oro", aseguró Virgen.
Añadió que a pesar de la derrota se llegó a una segunda final de manera consecutiva en unos Juegos Panamericanos y con la misma dupla, "creo que es meritorio con el mismo equipo llegando a dos finales consecutivas; no se logró ganar este juego, pero así es el deporte".