El momento en el que la mujer ingresó a la cancha durante una pausa del partido para abalanzarse sobre el futbolista francés, que la recibió con los brazos abiertos (Video: Instagram @medina_celene14)
Habían pasado 54 minutos desde el inicio del partido entre Tigres y América en el Dignity Health Sports Park, en Carson, California, el domingo pasado, cuando el partido se interrumpió por un momento para que los azulcremas ejecutaran un tiro de esquina a favor. Entonces, una aficionada entró sin permiso a la cancha.
Se trataba de Celene Medina, una fervorosa hincha del conjunto felino. La mujer, saltó los anuncios publicitarios y corrió sin parar ni voltear atrás hacia el área defendida por Nahuel Guzmán y sus compañeros. Ahí encontró al delantero francés, que había bajado para defender la pelota parada en contra.
Medina, que sorprendió a todos en la cancha, se abalanzó inmediatamente sobre Gignac, que la recibió con los brazos abiertos. Pero la mujer, con toda la confianza del mundo, se colgó del jugador galo, que mide 1.85 metros de altura.
El ex Olympique de Marsella la abrazó y la cargó durante unos segundos, con una sonrisa en la cara. Medina todavía intentó más: le lanzó un beso que Gignac esquivó de sus propios labios, pero el futbolista de 33 años lo recibió en una de sus mejillas.
El momento se interrumpió rápidamente. Los elementos de seguridad del reciento estadounidense inmediatamente la interceptaron. Celene tuvo que dejar a su ídolo y caminar custodiada por los agentes, que la retiraron del estadio para después ser detenida.
Para Medina, a pesar de que pudo tocar y estar cerca de Gignac, no fue el mejor de los días. Acabó en las instalaciones de la policía en el Condado de Los Angeles y pasó ahí la noche.
Además, Tigres, su equipo, cayó ante el América en la serie de penales después de empatar a cero en el tiempo regular. A pesar de las atajadas de Guzmán para los felinos, las águilas tuvieron en Agustín Marchesín a su talismán, el cual detuvo tres penales y además anotó el lanzamiento decisivo, que le entregó a los americanistas el "Campeón de campeones" que disputaron.
Los mensajes de Gignac
Este lunes, Gignac encontró a Medina en Instagram y no tardó en enviarle un mensaje por la tarde. "Hola, Celene, ¿todo bien?", preguntó el francés, que obtuvo hace algunas semanas la carta de naturalización para ser mexicano.
"Acabo de salir pero valió la pena", contestó la aficionada, en referencia a su detención, un par de horas después. "Eres mi ídolo", reiteró la mujer. "Muchas gracias, estás loca", contestó de vuelta Gignac, agregando emoticones de sonrisas. "Jaja, todo por ti", aseguró Medina.
"¿Qué te dijeron?", le preguntó el futbolista. "Tengo que ir a la Corte", explicó Celene. "No me digas, ¿y la multa?", cuestionó el francés. "Me van a decir cuando vaya en octubre", agregó la mujer, que aprovechó para pedirle algo a su ídolo. "Si te divorcias, te casas conmigo", escribió.
Gignac entonces respondió con una sonrisa, y además le dijo que podía contar con él. "En serio. Si te puedo ayudar. Lo haré", le dijo. "Oye muchas gracias. Saludo a tu esposa e hijos", culminó Medina.
"Muchas gracias. Hablamos. Bendiciones", se despidió el goleador. "Igualmente", concluyó ella.
Gignac, un hombre de gestos
Gignac apenas tardó cuatro años en llegar al centenar de goles con Tigres y en ubicarse como el máximo goleador en la historia del club mexicano, al igualar este mayo al ídolo felino Tomás Boy.
Pero, desde su llegada al club felino en 2015, además de los éxitos futbolísticos con el equipo, donde ha ganado cuatro Ligas MX, se ha convertido en un ídolo de la afición también por su forma de comportarse con los aficionados.
En febrero, Gignac visitó en un hospital de Nuevo León a un hincha de Tigres que deseaba verlo pero ya estaba muy enfermo como para visitar el Estadio Universitario. El francés le llevó una camiseta con su firma y pasó algunos minutos con el paciente, quien murió un día después de conocerlo.
En otra ocasión, en un partido como visitante de Tigres ante Pachuca, Gignac realizó un disparo que se fue desviado de la portería rival y acabó impactando a un niño. Cuando se enteró de lo sucedido, Gignac también le regaló un jersey autografiado tras el duelo, a manera de disculpa.
El delantero, que también jugó para la selección de su país, la última vez en 2016, apoyó a una menor que hinchaba por Tigres y que sufría de un tumor cerebral. La pequeña Zoe se metió en el corazón de la familia Gignac, quienes apoyaron emocional y económicamente a la niña hasta su muerte en junio pasado.