La extraña amistad de Federer y la histórica directora de la revista Vogue

Por Enrique Cano (desde Wimbledon)

Guardar
Anna Wintour, a la derecha, asistió en Wimbledon, como siempre, a cada presentación de Roger Federer. Otra vez estará en la final alentado al suizo. (AFP)
Anna Wintour, a la derecha, asistió en Wimbledon, como siempre, a cada presentación de Roger Federer. Otra vez estará en la final alentado al suizo. (AFP)

El demonio de la moda que aconseja y sigue a Roger no sólo es su fan, sino que le recomendó cuándo cambiar la marca y cuáles serían los mejores diseños de la nueva indumentaria. Pero muy a pesar de lo que digan de ella, para Roger Federer, Anna Wintour es su amiga más que la mujer explosiva que llega al Royal Box de Wimbledon en cada uno de sus partidos. No fue la excepción en el torneo de este año que vuelve a tener al tenista como protagonista de la final.

Reconocida como un ícono de la moda, la editora en jefe de la Revista Vogue desde 1988, ha admitido en más de una ocasión, inclusive en sus columnas, la admiración que siente por el suizo, a quien considera "el mejor jugador en la historia del tenis".

Temida, más que respetada, en el ambiente editorial y en el mundo fashion, Wintour se hizo famosa para el gran público luego de aquel personaje explosivo, maltratador, soberbio y despectivo, interpretado por Meryl Streep en el film The Devil Wears Prada (en Argentina se conoció como El diablo viste a la Moda), basada en la novela de Lauren Weisberguer, quien fuera su asistente durante un tiempo.

La historia de esta amistad con Federer la llevó al Box Real de la Cancha Central del All England en el denominado "Maniac Monday", el día de octavos de final de Wimbledon, en el que jugaron todas las grandes figuras y que acaparó la atención de muchas figuras del espectáculo, la canción, la moda y la realeza.

Una vez más, como tantas otras, Anna llegó para ver a Su Majestad, Federer, en un torneo en el que se siente cómoda. Es raro verla sonreír, pero en este certamen lo hace y llega a saludar a la gente "¡y hasta a levantarnos el pulgar!" Dice una sorprendida visitante que termina por comentar: "lo que sucede es que no es muy querida aquí, justamente, por sus modos". En esta ocasión, vino acompañada de su sobrino Luke, que llamó la atención por sus anteojos estilo Lennon y su juventud para estar colaborando de cerca con su tía.

Federer ha reconocido que le pidió consejo a Anna para elegir su vestuario de competencia. (Reuters)
Federer ha reconocido que le pidió consejo a Anna para elegir su vestuario de competencia. (Reuters)

El glamour del Box lo pusieron Meghan, la duquesa de Sussex, y Catherine, duquesa de Cambridge, que fueron acompañadas por la cantante y actriz Janelle Monáe, la creadora de "Fleabag" Phoebe Waller-Bridge y Wintour, quien además de traer a su sobrino, llegó con Pippa y James Matthews.

Su amistad con el suizo y Mirka Vavrinek, su esposa, sobrepasa la década y esto la ha llevado a recorrer el mundo entero para compartir momentos de pena y felicidad. "Decir que soy sólo una fan es subestimarme. Volé alrededor del mundo para verlo, sufrí cuando se fue para atrás en el ranking y me quedé estática cuando ganó. Hasta me he perdido algunos desfiles de moda, sólo para ver jugar a Roger", expresaba la británica, a quien según algunos allegados, su pasión por el tenis la lleva a despertarse a las 5 de la mañana, varios días a la semana, para poder practicar este deporte antes de ir a trabajar.

Ese fanatismo por el tenis y su devoción por Federer la llevó anunciar en noviembre del año pasado que iría por primera vez a Melbourne a presenciar el Australian Open, que se disputa a fines de enero. Decidió dejar de verlo por televisión en su casa de Nueva York, "de noche y de día", para concurrir personalmente. "Como aficionada al tenis de toda la vida, estoy encantada de viajar a Melbourne para ver mi primer Abierto de Australia", anunció, pero también aprovechó para ser la oradora principal en la Australian Open Inspirational Series, el día de las semifinales femeninas.

En la capital australiana también aprovechó para hacer sociales y almorzar con Roger y Mirka en el ostentoso Bistro Guillaume, el día después de que Federer perdiera con el griego Stefanos Tsitsipas, por los octavos de final. La pareja concurrió a la moda, cada uno en su equilibrio, para estar acordes a "Nuclear Wintour", como también se la conoce en el ambiente.

Anna Wintour junto a la reina de Inglaterra, en medio de una presentación de nuevos diseños. (AP)
Anna Wintour junto a la reina de Inglaterra, en medio de una presentación de nuevos diseños. (AP)

Informal, pero sobrio, el vestuario de Sir Roger. Mientras que Anna, a los 69 años, lucía –para estar acorde a un comentario del género- un elegante vestido largo con estampado granate y un cinturón ceñido para resaltar su figura, acompañado por collares gruesos y un par de anteojos de sol, que en ella es marca registrada,

A pesar de su habitual postura y su frialdad, a Wintour la pone de buen humor estar cerca de Roger y por eso, quienes pudieron presenciar el encuentro, vieron a la editora sonreír y en medio de una charla amena.
El suizo ha reconocido esta amistad con imágenes, invitándola a su palco y expresando su admiración hacia ella. "Anna es increíblemente comprensiva y no puedo agradecerle lo suficiente", dijo en una conferencia de prensa, en la que también admitió que lo asesora en los diseños a la hora de entrar a la cancha. "A veces la he llamado y le pedí consejos de moda. La duda era si manteníamos mi indumentaria como la estoy usando, porque cuando empecé en los '90 era bastante holgada. ¿Debemos cambiar? Creo que las telas son muy importantes y me gustan los colores que elegimos. Ella es muy confiable y creo que consultarle es lo mejor que puedo hacer para traer cosas geniales al tenis", confesaba Federer, quien también contaba que a ella le gusta saber por anticipado la ropa que va a utilizar en cada torneo. Por eso, el año pasado, le preguntó sobre lo que usaría en el US Open y le pidió que le mostrara la indumentaria. "Ella es muy particular en eso y lo quiere saber antes que nadie. Cuando tengo la oportunidad, se lo muestro. A ella le interesa mucho, sobre todo, cuando se trata de Nueva York y de Wimbledon", confesó.

Otro detalle de la relación estrecha entre ambos fue que, ante la posibilidad de que Roger fuera contratado por Uniqlo, luego de 20 años con Nike, el suizo lo conversó con su amiga Anna y recibió su visto positivo: "ella pensó que era una gran idea".

Pero Federer no es la única amistad de la británica en el mundo del tenis. Si se sumaran los título de Grand Slam de sus dos amigos más importantes, la cifra llegaría a los 43.
Wintour, quien desde 2013 es la directora artística de todas las publicaciones del grupo editorial Condé Nast, suele asistir también a los partidos de Serena Williams, con quien comparte –más a menudo- charlas de moda.

Con su otra amiga del tenis, Serena Williams. (AP)
Con su otra amiga del tenis, Serena Williams. (AP)

De hecho, Anna asesoró a Serena en la elección del vestido de novia que utilizó en su casamiento, en 2017, con Alexis Ohanian, fundador de Reddit.
El diablo viste a la moda, pero también se le escapan detalles, como en la edición de este año del Miami Open, al que concurrió a ver al suizo con el mismo vestido con el que fue a almorzar con él en el restorán de Melbourne.

Roger Federer es una atracción en sí, pero su box muchas veces suele captar la atención. Seguramente, ya se habrán despejado las dudas sobre quién era esa señora de cabello lacio, un tanto corto, y anteojos oscuros que suele sentarse junto a la familia del suizo o en el Palco Real. De apariencia tranquila pero que para muchos, esconde el tridente bajo un vestido de Prada.

Guardar