Tras el anuncio oficial del traspaso al América de la Liga mexicana de fútbol de Giovani Dos Santos, campeón del mundo, Sub 17 con el "Tri", los expertos y medios locales consideraron que se trataba de una "bomba" en el mercado de pases, algo a lo que el país no es del todo ajeno.
A lo largo de las últimas décadas, la Liga MX ha conseguido atraer el interés de diversas figuras del fútbol mundial, desde el gran delantero portugués Eusebio hasta el francés André-Pierre Gignac, y en la faceta de técnico, a la leyenda del fútbol argentino Diego Maradona.
Sin embargo, en varios casos, la llegada de estos jugadores de lustre no se dio en el mejor momento de sus respectivas carreras, aunque algunos de ellos, a pesar de que ya no estaban en la cumbre de su desempeño, consiguieron hacer un buen papel y dejar un buen sabor de boca entre los aficionados mexicanos.
Emilio Butragueño y Míchel González
Ambos jugadores llegaron a México tras casi una década de éxitos en el Real Madrid español, donde, con Butragueño a la cabeza, formaron uno de los equipos más recordados en Chamartín: la llamada "Quinta del Buitre", un equipo formado por una base salida de las divisiones inferiores de los merengues. En aquella generación también destacaron Miguel Pardeza, Manolo Sanchís y Rafael Martín Vázquez.
Con el Madrid, el “Buitre” y Míchel ganaría seis Ligas españolas, dos Copas del Rey y dos Copas UEFA, aunque el objetivo más deseado, la Champions League, entonces Copa de Campeones de Europa, siempre fue elusiva para aquel equipo.
En México, disputaron en el Club Atlético Celaya la temporada 1995-1996. En aquel año, el equipo clasificaría de la mano de los españoles como primera de su grupo a la fase de Liguilla, en donde después de eliminar a Rayados de Monterrey y a Veracruz, se mediría en la final por el título al Necaxa.
El recuerdo de ambos por el fútbol mexicano, a pesar de su brevedad, es ampliamente recordado y ambos suelen recibir elogios cuando visitan México. Míchel, por ejemplo, entrenará a partir de esta temporada (2019-2020) a los Pumas.
Josep "Pep" Guardiola
Antes de que Guardiola se convirtiera en uno de los entrenadores más exitosos de la historia y una referencia de los banquillos por el estilo de juego desplegado en los equipos que ha dirigido, desde Barcelona hasta Manchester City, pasando por el Bayern Múnich, Pep jugó para el discreto Dorados de la Liga MX.
En Culiacán, Sinaloa, Guardiola terminaría su también extraordinaria carrera como jugador. De la mano de su compatriota Juan Manuel Lillo, el mediocampista dejó el exilio del fútbol catarí y, junto a una joven camada de mexicanos y algunos extranjeros veteranos, como el uruguayo Sebastián "Loco" Abreu, jugaría un semestre (el primero de 2006) con el "Gran Pez".
Sin embargo, Guardiola ya no fue aquel brillante centrocampista que supo ordenar al Dream Team de Johan Cruyff y jugó poco más de la mitad de los partidos de aquel Clausura 2006. Dorados acabó descendiendo en la última fecha y el catalán dejó las canchas para iniciar su preparación como estratega.
Junto a Lillo, en los banquillos de Dorados, Guardiola ya había empezado a gestar las ideas que acabarían llevarlo a la cumbre del fútbol europeo.
Ronaldinho
Ronaldo de Assis Moreira, mejor conocido como "Ronaldinho", ya había mostrado su mejor nivel, el que lo llevó a gana el Balón de Oro en 2005 y había tenido un segundo aire en el fútbol brasileño, en su país natal, donde consiguió la Copa Libertadores 2013 con el Atlético Mineiro en 2013.
Sin embargo, los Gallos Blancos de Querétaro, que nunca han ganado la Liga mexicana, rompieron el mercado de pases en septiembre de 2014, cuando anunciaron la llegada del "crack de la verdeamarelha".
La sensación que causó en todas las canchas del fútbol mexicano, con estadios llenos y expectativas de verlo jugar, no se equipararon con su nivel, irregular, acentuado por los bajones que le provocaba su falta de disciplina.
Sin embargo, Ronaldinho consiguió anotar algunos goles importantes y ayudó a Querétaro a llegar a su hasta ahora única final del torneo liguero mexicano, en el Clausura 2015. Sin embargo, el equipo perdió aquella definición ante el Santos Laguna.
A pesar de ello, Ronaldinho vivió una tarde gloriosa en el mítico Estadio Azteca, en abril de 2015, cuando el brasileño ingresó al campo para los últimos minutos de un partido que su equipo ganaba cómodamente 2-0.
Con el ingreso del ex Barcelona y PSG, el público, que había llenado el recinto para verlo a él, aclamó como si Querétaro fuera local. Y Ronaldinho respondió con un doblete en apenas nueve minutos. En una imagen curiosa, los hinchas del América, cuyo equipo estaba siendo goleado, festejaban los tantos del brasileño.
André-Pierre Gignac
Desde su sorpresivo desembarco al fútbol mexicano, llegado desde el Olympique de Marsella tras ser el goleador de la Liga francesa, Gignac ha ayudado a cimentar un gran dominio local de los Tigres de Nuevo León en la Liga MX, aunque en el ámbito internacional ha quedado a deber.
Desde 2015, cuando llegó a México, el francés y compañía han disputado cinco finales de la Liga MX, que ganaron en cuatro ocasiones (Aperturas 2015, 2016 y 2017, así como el Clausura 2019). La última estrella local la consiguieron el semestre pasado, cuando derrotaron al León en la final precisamente con un gol del que en su momento fue seleccionado francés.
Sin embargo, en los torneos internacionales, el conjunto felino no ha podido levantar ningún título importantes: de las cuatro finales que jugó, la de Copa Libertadores 2015 y las de la Liga de Campeones de Concacaf 2016, 2017 y 2019, siempre fue subcampeón.
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Además, el delantero apenas tardó cuatro años en llegar al centenar de goles con Tigres y en ubicarse como el máximo goleador en la historia del club mexicano, al igualar este mayo al ídolo felino Tomás Boy.
Gignac ha dicho también que se encuentra muy cómodo en México, donde nacieron sus últimos dos hijos, y lo hace notar en cada oportunidad que tiene. “Sí, me voy a retirar aquí, tengo 33 años y dos más de contrato, aunque espero que sean más”, expresó en mayo pasado.
Diego Maradona
El gran capitán de la selección argentina volvió a México en septiembre de 2018, donde se consagró campeón del mundo en 1986, en otra faceta: la de director técnico. El "Diez" asumió el mando del Dorados y desde el primer día se convirtió en una revolución.
Incluso los partidos del equipo comenzaron a ser transmitidos en toda Latinoamérica, especialmente Argentina, con una cámara especial que seguía a Maradona en los banquillos.
Y, a pesar de las fuertes críticas que recibió a su llegada al fútbol mexicano por el currículum que tenía como técnico, el argentino cambió esa percepción rápidamente. En los dos torneos que dirigió en el Ascenso MX (Apertura 2018 y Clausura 2019), Dorados llegó a dos finales consecutivas, aunque perdió ambas con el Atlético San Luis.
La popularidad de Maradona se notaba en aficionados de todas las edades: niños que nunca lo vieron jugar salvo en videos se acercaban para pedirle una foto, al igual que jugadores del "Gran Pez" y de equipos rivales, que lo consideran un ídolo de las canchas, así como técnicos y alcanzapelotas que se cruzaban en su camino en Sinaloa y también cuando el equipo era visitante.
Sin embargo, Maradona dejó abruptamente Dorados y la Liga mexicana tras el final de la temporada 2018-2019, debido a que le pondrá pausa a su carrera como director técnico por algunos meses este año: priorizará su salud y se someterá a las dos operaciones que venía postergando, en su hombro y su rodilla izquierda.
Eusebio
El caso del portugués Eusébio da Silva Ferreira, simplemente conocido como Eusebio, es particular. El delantero de Mozambique jugó en México en la década de los 70 del siglo pasado para Monterrey en uno de los fichajes más exóticos del fútbol mexicano.
Tras haber brillado con el Benfica y con la selección de su país, "La Pantera negra" pasó por varios equipos pequeños en Portugal, México, Estados Unidos y Canadá. Fue precisamente en los Rayados donde Eusebio jugó apenas seis meses.
El gran goleador llegó a México poco antes de iniciar la temporada 1975-76. "Lamentablemente para Eusébio y para el Monterrey, una lesión en la rodilla le impidió tener la regularidad deseada", señaló Rayados en su página oficial.
A pesar de ello, "la afición rayada pudo atestiguar la calidad de Eusébio durante la primera vuelta de aquel torneo". En total, Eusébio jugó diez partidos para el Monterrey, cinco de ellos arrancando como titular.
Completó dos partidos y estuvo 491 minutos sobre las canchas mexicanas. Su único gol como rayado ocurrió en la jornada 8 ante el Jalisco en el Estadio Universitario (entonces casa de los Rayados), el 20 de diciembre de 1975 en el empate 1-1 de ambos clubes.
Por diversas lesiones, el portugués dejaría el equipo a inicios de 1976, ya casi al final de su carrera.