Existe un postulado, instalado en el rugby argentino desde sus comienzos, que dice que al árbitro no se lo cuestiona nunca. En más de una cancha de las distintas uniones del país se ven carteles que rezan: "Al público le pedimos su más amplia colaboración, ante cualquier acción impropia, aliente a su equipo guardando las formas; no insulte o menosprecie al rival, sea tolerante; el referee siempre tiene razón y hay que respetar lo que él dice y sus fallos. Si Ud. no está de acuerdo, no concurra a ver el partido".
En el rugby, el árbitro es la máxima autoridad y no se lo discute nada. El juez es el que siempre tiene la razón, así se equivoque en algún fallo, y la decisión del que imparte justicia es palabra santa, más allá de que alguien no la comparta. Sin embargo, la designación del sudafricano Jaco Peyper trajo algunos recuerdos ingratos y seguramente al ver sus antecedentes no le cayó nada bien al búnker argentino ya instalado en Christchurch, Nueva Zelanda, ni tampoco a los simpatizantes argentinos, que una vez que salió a la luz la designación del sudafricano no pararon con sus memes y tuits de pronosticar una mano negra en su designación. Los antecedentes, pero fundamentalmente la forma de arbitrar del sudafricano para con los argentinos siempre trajo polémicas, tanto cuando dirigió a Jaguares como cuando lo hizo con Los Pumas.
Peyper posee una amplia trayectoria, comenzó a dirigir en la Currie Cup –el mismo torneo que recibirá a Jaguares XV desde la semana entrante en la segunda experiencia de un equipo argentino después de Pampas XV en torneos sudafricanos– y luego se desarrolló al dirigir sevens, Mundiales M20, Test matches y el Súper Rugby. Este año pasó los cien partidos en el torneo, y con 105 encuentros arbitrados es el tercer árbitro con más experiencia de justicia en el Súper Rugby detrás del sudafricano Jonathan Kaplan (107) y el neozelandés Steve Walsh (110).
En los antecedentes no hay síntomas positivos para Jaguares. Este será el décimo partido con el sudafricano como juez, de los que solamente se ganaron dos: uno este año, el 1° de junio ante Reds, en Brisbane (34-23) y el otro en la primera fecha del año 2017, el 25 de febrero más precisamente, cuando los argentinos vencieron a Southern Kings por 39 a 26. El resto de los partidos lo componen una lista de siete dolorosas derrotas, no solo por los resultado sino por la cantidad de amonestados que sumó el elenco argentino en cada match (nueve en total). Jaguares perdió con Peyper seis veces en Sudáfrica y una en Buenos Aires. Nada que agregar…
En este 2019, hay dos experiencias, la citada anteriormente ante Reds y otra negativa. El sudafricano estuvo en Cape Town, en la caída ante Stormers por 35 a 8. El año pasado arbitró en las dos derrotas frente a Lions, en cuartos de final y en la fase clasificatoria (23-40 y 27-47). Una semana antes impartió justicia en Newlands en otra caída ante Stormers, 28-20, y en el 2017 repitió en la misma ciudad, con otro saldo negativo (25-32). Por último el primer partido que dirigió a los argentinos en el Súper Rugby fue en Durban, en 2016, cuando Sharks ganó por 19 a 15.
En lo que respecta a las tarjetas, el dato dice que Peyper, por suerte, no sancionó a los jugadores argentinos las últimas tres veces que los dirigió. Sin embargo, en las anteriores oportunidades no tuvo nunca contemplaciones con ellos, además de que en cuatro ocasiones amonestó a dos jugadores por partido.
El detalle de las tarjetas amarillas comenzó en el año 2016, con Rodrigo Báez y Pablo Matera para perder en Durban ante Sharks. En 2017 se consiguió un triunfo ante Kings, en Port Elizabeth, aunque Felipe Ezcurra y Matías Moroni fueron amonestados. Ese mismo año, en Stormers los sancionados fueron otra vez Pablo Matera y Matías Moroni, y un año después (2018), ante el mismo rival y en la misma ciudad, el que tuvo que salir por diez minutos de la cancha fue Joaquín Tuculet. Siete días después, en Johannesburgo y ante Lions, Peyper volvió a cargar contra dos argentinos y amonestó a Bautista Delguy y Julián Montoya.
Hay un último dato que, al menos, parece favorable. El experimentado sudafricano dirigirá por tercera vez la final de este torneo. Cada dos años parece ser el elegido para ello. Las anteriores oportunidades fueron en el año 2015, entre Hurricanes y Highlanders, en el año 2017, entre Lions y Crusaders, y curiosamente ambas finales fueron ganadas por los equipos visitantes.
Se viene la final del Súper Rugby 2019, entre Crusaders y Jaguares; como cada dos años en los últimos tiempos el sudafricano Jaco Peyper será el encargado de impartir justicia y ojalá se pueda volver a repetir el triunfo de un equipo visitante y si no que al menos el juez simplemente se dedique a impartir justicia y los argentinos a dejarlo todo.