Los organizadores del Maratón de Los Ángeles descalificaron al corredor de 70 años Frank Meza, argumentando que una revisión de las cámaras mostraba cómo el médico había dejado la carrera durante una porción de tiempo que le permitió romper un récord.
Meza, por su parte, ha negado haber hecho trampa, pero el tiempo en el que consiguió correr los poco más de 42 kilómetros generó dudas desde el principio.
El pasado 24 de marzo, día de la carrera, Meza consiguió bajar la barrera de las tres horas y marcó un tiempo de dos horas con 53 minutos y 10 segundos, el más rápido registrado para su edad.
Tras las acusaciones sobre la veracidad de sus números, la empresa Conqur Endurance Group inició una revisión de sus cámaras, las cuales coloca estratégicamente para realizar este tipo de rastreos cuando surgen dudas sobre los datos de alguno de los más de 25.000 participantes anuales.
La compañía consiguió, además, las grabaciones de cámaras de seguridad de tiendas y edificios por donde pasó la ruta del Maratón, que se corre desde el estadio de los Dodgers hasta la ciudad de Santa Mónica, en el Oeste de Los Ángeles.
El análisis arrojó que Meza, que ya se ha retirado de la actividad médica y se dedica a participar en este tipo de eventos, sí había salido de la ruta y había reingresado por un punto diferente, de acuerdo con las autoridades del Maratón.
"La evidencia videográfica coincide con los reportes de testigos presenciales confiables, además de nuestros cálculos de que el señor Meza tendría que haber corrido a un ritmo imposible durante un el Maratón", añadieron.
De acuerdo con los expertos, la comunidad que participa en este tipo de eventos se toma muy en serio la ética y suele castigar duramente a quien intenta mentir y hacer trampa para obtener mejores números.
Incluso algunos sitios dedicados al Maratón, como marathoninvestigation.com, han realizado sus propias investigaciones y han señalado que Meza ha cometido trampa en otros eventos.
La versión de Meza sobre la evidencia de los videos de que salió de la ruta es que había tomado una pausa para buscar un baño y que después continuó por la banqueta, donde siguió hasta encontrar uno, y luego fue por la ruta indicada.
Pero las autoridades del evento señalaron que sus dichos no son creíbles, debido a que, además de todo, usó la pechera con su número a la altura de la cintura, en lugar de fijarla en su camiseta, lo que le habría permitido pasárselo a otro corredor durante un lapso de la carrera.
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Meza, de acuerdo con el diario LA Times, no usa un dispositivo GPS para conocer su ubicación en todo momento, como lo acostumbran hacer los corredores más serios y profesionales.
Meza, antes de hacerse famoso en internet debido a su presunta trampa, solía dedicarse a dar cuidados médicos de bajo costo y a orientar a estudiantes latinos en California. De acuerdo con los reportes de medios locales, comenzó a correr maratones cuando cumplió 60 años.
Sin embargo, conforme sus números empezaron a mejorar a una velocidad inusual, los organizadores del Maratón californiano comenzaron a cuestionar sus resultados, y ya había sido expulsado de una carrera en Sacramento.
En 2015, las autoridades ya le habían pedido que realizara el maratón del siguiente año acompañado de un observador oficial para eliminar las dudas sobre su desempeño. Sin embargo, eligió correr otro maratón, el del norte de California, en 2016.
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Los organizadores volvieron a pedirle este año que Meza corra el maratón de 2020 acompañado de un oficial. El médico retirado, que no ha confirmado si aceptó, dijo que planea demostrar que puede correr los 42.125 metros por debajo de las tres horas.