Luego de correr por el césped del Wanda Metropolitano, Kinsey Wolanski sumó más de un millón de seguidores en Instagram y sufrió el hackeo de su cuenta. Pero a una semana del episodio que la hizo saltar a la fama, pudo recuperar su identidad en la red social y brindó una entrevista en la que contó detalles de su vivencia.
La modelo de 22 años invadió el terreno de juego en la final de la Champions League disputada en Madrid entre Liverpool y Tottenham, uno de los eventos deportivos más vistos del planeta. Luego de ser retirada por personal de seguridad, pasó cinco horas detenida.
"Ninguno de ellos hablaba inglés, y solo llevaba puesto mi traje de baño y una bata de hospital, que uno de los hombres de seguridad me había hecho poner cuando me sacaron del terreno de juego, así que estaba un poco incómoda, pero todo fue parte de la experiencia", explicó en diálogo con el sitio británico The Sun.
Wolanski saltó al campo de juego para publicitar el sitio de su novio, el ruso-americano Vitaly Zdorovetskiy, Vitaly Uncensored. Según estimó Apex MG Analytics, una publicidad de semejante duración en la final de la Champions League cuesta cerca de 4 millones de dólares, monto que ella se ahorró y que ganó el canal de su pareja.
Ahora, habló con el sitio británico The Sun y analizó lo ocurrido: "Después de salir de la cárcel, pasé de tener 300.000 seguidores en Instagram a más de dos millones. No puedes comprar ese tipo de publicidad. De repente, fui famosa en todo el mundo y tuve muchas ofertas de trabajo. No creo que haya hecho ningún daño a nadie, fue solo un poco de diversión".
"A los aficionados les encantó, a los jugadores parecía gustarles e, incluso, la policía de la estación pedía mi fotografía cuando salí", sostuvo Wolanski , quien reveló que el único que sabía sobre su locura era su novio: "Papá se sintió aliviado de que en realidad estaba usando un traje de baño cuando lo hice, y de que no estaba completamente desnuda".
Como se imaginaba, el cerebro detrás de su invasión fue su novio, quien ya había hecho lo mismo en la final del Mundial de Brasil 2014, entre Alemania y Argentina: "Cuando Vitaly me pidió que lo hiciera, honestamente no tenía idea de lo importante que era la final de la Champions League. No tenía idea de que el mundo entero me estaría mirando. Pero dije que sí de inmediato, me encantaba la idea de hacer una locura, solo vives una vez".
Antes de correr en traje de baño por el césped del Wanda Metropolitano, la rubia de 22 años le contó su secreto a algunos aficionados del Liverpool que se encontraban a su lado en las gradas: "Al principio todos dijeron: '¿Estás bromeando?'. Pero cuando se dieron cuenta de que estaba hablando en serio, pensaron que era una idea brillante. Uno de ellos, incluso, tomó mi teléfono y dijo que lo grabaría para mí".
Lo curioso fue lo que ocurrió después, cuando recuperó su celular, no solo se encontró con una explosión de seguidores, sino, además, con una lluvia de mensajes, entre los que se destacaban los enviados por los campeones.
"No estoy revelando ningún nombre, pero un par de jugadores del Liverpool me enviaron mensajes privados después de que terminó el partido. Uno envió algunos emojis de corazón, y otro, un mensaje que decía: 'Te vi en el juego'", confesó, y agregó: "Honestamente, ni siquiera sabía quiénes eran hasta que hice clic en sus perfiles. Aunque no respondí, ya que ya tengo novio".
Luego del episodio que la volvió famosa, la modelo sufrió el hackeo de su cuenta de Instagram y tuvo que mudarse a Twitter por algunos días. Desde allí dejó un mensaje para sus fans: "Haz cosas que te asusten, sal de tu zona de confort. Vivo por los momentos que hacen que mi corazón se acelere".
MÁS SOBRE ESTE TEMA: