San Luis Potosí, México.- El que se suponía debía ser el día más feliz en la vida de Bredni Roque, se convirtió en un infierno del que no ha podido escapar. Tres días antes de su participación en los Juegos Olímpicos Río 2016 le entregaron un uniforme que no era de su talla entre risas y burlas de dirigentes, por lo que tuvo que utilizar una licra propia, parchada y sin la bandera que adoptó como suya, cuando salió de Cuba y se naturalizó mexicano.
Bredni finalizó en el cuarto lugar en la categoría de 69 kilogramos de la halterofilia en la pasada justa olímpica y alzó la voz contra quienes no pudieron entregarle la indumentaria adecuada para competir, algo mal visto por la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas, que a partir de ese momento, lo bloqueó.
"Lo que pasó en los Juegos Olímpicos es parte del problema que estoy arrastrando. Al yo demostrar que no fui el culpable de lo que pasó con el uniforme, eso le dolió en específico a la Federación, porque ellos fueron los únicos responsables de dar el uniforme", recuerda en exclusiva con Infobae México el atleta nacido en Pinar del Río, a quien no le fue permitido competir en el pasado Campeonato Nacional de Primera Fuerza en San Luis Potosí.
Roque ingresó junto con tres de sus compañeras a la habitación del entrenador Hazael Martínez, quien les entregaría las licras. Pero para sorpresa del naturalizado mexicano, las suyas eran talla XL, por lo que se las probó por cortesía, aunque sabiendo que no podría utilizarlas en competencia.
"Era imposible competir con esos uniformes, el entrenador se empezó a reír, se partieron de la risa todos de mí. Eran mis primeros Juegos Olímpicos, con el nervio, el estrés de que no dejaron ir a mi entrenador personal. Tuve que competir con una butarga que no era oficial, era adidas, no me patrocinaba ni adidas ni ninguna otra marca, no lo hice porque quisiera darle promoción a ninguna marca. Me dicen que tengo que parchar el uniforme porque tenía las líneas de la marca, lo tuve que parchar, ponerle tape, con el estrés de la competencia y teniendo que ponerle tape cada cinco minutos porque con el sudor se despegaba", cuenta.
La cinta adhesiva que cubría las tres franjas de la marca alemana de su uniforme tuvo que ser cosida para que no se despegara. Roque lidiaba con el nerviosismo de la competencia y con el miedo de pincharse con la aguja que tuvo que usar para tapar los errores de su Federación y no ser sancionado al usar una marca no oficial del Comité Olímpico Mexicano.
"Ese fue el peor día de mi vida y pudiendo haber sido un día inolvidable en mi carrera deportiva, lo que yo pasé en ese momento, no se lo deseo a ningún deportista, simplemente destruyeron mis sueños", lamenta mientras sus ojos se cubren de lágrimas. "A partir de ahí comenzaron los problemas, después de los Juegos Olímpicos, producto de una lesión me tuve que someter a una cirugía en el hombro izquierdo por un levantamiento que hice, se me rompió el tendón, la cirugía salió muy bien y después seguí, pero las cosas no volvieron a ser como antes, el presidente de la Federación, después de ese momento empezó a tener problemas conmigo".
Para el Mundial de 2018, el pesista de 31 años no fue seleccionado, pese a que contaba con una de las mejores marcas del planeta, algo que comprobó a finales de año cuando ganó la Copa del Pavo en México al totalizar 323 kilogramos totales, lo que lo ubicó en el segundo lugar de todo el ciclo olímpico.
Ahora, para el Campeonato Nacional celebrado en tierras potosinas, la Federación presidida por Rosalio Antonio Alvarado del Ángel, no lo dejó participar a pesar de que le recibieron el dinero correspondiente a su inscripción y pese a que la FMLP recibió en tiempo y forma sus documentos.
"Cuando llegué aquí, el presidente de la Federación me dijo que sí estaba inscrito, cuando terminó la junta fui y pagué mi dinero de la inscripción y me lo recibieron, hasta me preguntaron si necesitaba factura o un comprobante. Es un problema que no es de esta competencia, hace dos años vengo ganando y teniendo resultados a nivel nacional de todos los eventos y cuando hay eventos internacionales no me incluyen en el equipo, pero al menos me habían dejado participar en eventos nacionales, ahorita pensé que al recibir dinero de la inscripción estaría inscrito, pero fui al pesaje y me presentan un documento donde me dicen que me van a sancionar por el dopaje de otro atleta, se me hizo raro porque ya me habían recibido el dinero, nunca me notificaron que no podía competir y se me hizo raro que con un abogado, me rodearon todos como si fuera un delincuente", señala.
El dopaje del que lo acusan, es el de su esposa Carolina Valencia, quien arrojó positivo en un examen practicado en diciembre de 2018, cuando –según argumenta Roque- un medicamento que tomó previo a una operación de nariz fue la sustancia que la perjudicó. En aquella ocasión, luego de que la FMLP vetara a su entrenador Yosviel García Castañeda, Valencia anotó a Bredni como su responsable, lo que aprovechó la Federación para culpabilizarlo.
"Ella me puso a mí en la prueba de doping, yo no firmé, pero me puso como entrenador al ser su esposo y ya que sale positivo, la Federación con este documento, me quiere sancionar a mí por eso, cuando sabían que nos entrenábamos solos. Estando en competencia quise ayudarla a cambiar los discos de las pesas porque estaba sola, llega el presidente de la Federación y me dice 'usted no es entrenador, salga del calentamiento'. Para ser entrenador debes pasar por un curso de certificación, por eso ese día no pude sacar a mi esposa a competir, pero ¿cómo sí me quieren sancionar porque ella puso que era su entrenador? Ahí está la contradicción", explica.
"A mí me quieren meter una multa de 50.000 pesos que ni siquiera a la atleta que sancionaron por doping le cobraron, entonces te das cuenta que lo que tiene el presidente de la Federación es algo personal en contra mía, es una persecución y un acoso, no sé si sea porque soy de nacionalidad cubana, yo tengo varios años compitiendo por México, tengo mi pasaporte, mi naturalización y desde 2015 estoy compitiendo por México", refuerza.
A diferencia del resto de los competidores, Bredni Roque no se hospeda en el María Dolores, hotel sede del evento. El cubano de nacimiento se encuentra totalmente aislado, pues es visto como "grillero" -según unos pesistas definieron al ver el video que subió cuando no lo dejaron competir- y conflictivo por otros competidores, quienes prefieren soportar los malos tratos de la Federación por miedo a ser vetados y no poder competir, lo que haría que perdieran sus becas, único sustento de los atletas de alto rendimiento.
"El presidente de la Federación dice y hace lo que le pega la gana, si tú le caes mal ya tienes las puertas cerradas en todo momento con él. Aremi Fuentes resolvió su asunto, pudo comprobar que tenía la razón, como yo lo haré. Es un señor que tiene miles de demandas por esa misma situación, tiene a los atletas con un temor increíble. Entre los atletas no existe unión, no me hablan, ningún atleta me quiere dirigir la palabra ni me quieren saludar por miedo a que los vean platicando conmigo porque saben que el presidente de la Federación me odia y quiere destruir mi carrera deportiva; ellos prefieren callarse la boca y aguantarse las injusticias", asegura.
Instancias superiores tampoco han respondido a las plegarias de Roque por ser escuchado. Su carrera deportiva ahora está en suspenso, pues al no haber podido competir en el nacional, difícilmente podrá cumplir con los requisitos que le pide la Conade para mantener su beca Cima, uno de los pilares que sostiene su carrera.
"He pedido ayuda a muchas personas, algunos me han dicho que no pueden hacer al ser la Federación una Asociación Civil. No soy el culpable, solo quiero competir con mis medios y me hacen esto, no se vale porque he pedido ayuda a muchas personas y todos me dan la espalda. He mandado cartas al presidente Andrés Manuel López Obrador, ya van dos que le envío, también mandé cartas a Ana Guevara, he hecho enterar al presidente de la Codeme, al del Comité Olímpico Mexicano y todos saben de la situación por la que estoy atravesando y muchos me han apoyado y dicho que es injusto lo que me hacen pero no pueden hacer nada", puntualiza.
Bredni Roque fue suspendido dos años por la Federación, a partir del 24 de mayo de 2019, por su responsabilidad en el caso de Carolina Valencia, quien fue suspendida cuatro años por el Comité Nacional Antidopaje (CNA).