Nicolás Sánchez, el argentino que hizo campeón a Monterrey de la Concacaf y cobró venganza ante Tigres

El ex defensor de River y Racing fue la gran figura de la serie al marcar en la ida y ahora en la vuelta de la final del certamen más importante de clubes de la zona

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El argentino sentenció la serie
El argentino sentenció la serie con sus dos goles (Foto: EFE)

Apenas el 10 de diciembre de 2017, Tigres sacudió la Sultana del Norte al vencer en una final sin precedentes a su odiado rival, el Monterrey, para erigirse como campeón de la Liga MX. Ahora, un año y medio después de aquel hito que dejó marcada una ciudad, los Rayados cobraron venganza al ganar la final de la Concacaf Liga de Campeones gracias a la figura del argentino Nicolás Sánchez.

Fue a los 25 minutos del partido de vuelta de la gran final de la Concachampions, disputado en el estadio BBVA Bancomer, que el defensor de River Plate y Racing Club, ejecutó un tiro penal desde los 11 pasos para marcar el tanto que sepultó las aspiraciones felinas. Nico marcó su segundo tanto de la serie (2-1 global) para convertirse en la gran figura de Rayados en la final regional que significó su pase al Mundial de Clubes 2019, pero sobre todo, la dulce venganza tras aquella derrota en el Apertura 2017.

Nico engañó a su compatriota Nahuel Guzmán para cobrar el penalti por el centro de la portería y sentenciar el destino del Monterrey, que ganó su cuarto título en la Concacaf para ponerse como el cuarto club más ganador de la zona, detrás del América con siete cetros, Cruz Azul con seis y Pachuca con cinco. Todavía el francés André-Pierre Gignac marcó el empate con una fenomenal media tijera para poner un sufrido 1-1 en el minuto 90, pero no pudo evitar la caída universitaria.

Con el título de Rayados, se mantuvo la hegemonía mexicana en la región, pues significó el campeonato número 35 de equipos mexicanos, por solo seis de Costa Rica, su más cercano perseguidor. Además, fue el título 14 de manera consecutiva de la Liga MX en la Concacaf tras la sorpresiva victoria del Saprissa en 2005.

El equipo del Tuca Ferretti consumó así su tercer descalabro en finales de la región convirtiéndose así en el segundo máximo perdedor de la Concacaf -junto con otros tres clubes- solo detrás del Robinhood de Surinam.

Nicolás Sánchez ya había marcado el único gol en la ida cuando en el Volcán, silenció a la afición del odiado rival con un golazo de cabeza a los 42 minutos que dio la ventaja parcial al equipo dirigido por el uruguayo Diego Alonso, quien ya había ganado la edición 2017 de esta copa con el Pachuca. Así fue que Monterrey cobró venganza a nivel internacional ante su odiado rival, en un episodio más de esta rivalidad que promete tener varios capítulos más de genuino antagonismo.

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