Hace más de un lustro que los ojos del mundo voltearon hacia Oaxaca, uno de los estados más pobres de México, cuando un equipo de basquetbol conformado por niños indígenas de la etnia triqui arrasó en cada torneo internacional que disputó. Hoy, estos niños crecieron pero dieron entrada a nuevos menores que han mantenido vigente la leyenda de los héroes descalzos.
El equipo de baloncesto de niños triquis expuso su cultura y la situación de los pueblos de la zona frente a "los privilegios de los niños de acá" en el Segundo Campamento de Niños y Niñas Indígenas y de Pueblos Originarios en Ciudad de México.
"Aquí queremos tratar de convivir con los niños de esta ciudad y platicar de las vivencias de los niños triquis", explicó a Guillermo Merino, un entrenador de los jóvenes que forman parte de este proyecto que empezó hace 10 años.
Con el paso de los años, los niños triquis han ido dándose a conocer por todo el territorio, especialmente por jugar descalzos, algo que les ha traído diversos problemas como el de sufrir discriminación, según cuenta Zaira Sosa, una de las jugadoras.
Aunque han ganado reconocimiento, Merino se quejó de que siempre ha sido difícil -y sigue siéndolo- conseguir apoyos, pero quienes están involucrados en este proyecto opinan que "hay que esforzarse para cumplir metas".
"Queremos que los niños en lugar de estar en casa o en las calles con vicios, tengan juegos de recreación, hagan ejercicio y sobre todo se diviertan", sentenció el entrenador.
Ya son varios los niños de este equipo de baloncesto que han conseguido llegar a la universidad, donde están cumpliendo el sueño que también espera poder alcanzar Zaira, quien sueña con "ser odontóloga, tener una beca y parte dársela" a sus padres.
Por su parte, Gabriel Hernández, de 10 años, otro de los niños que forman parte del equipo desde hace cinco años, valora mucho el apoyo entre compañeros y también con los entrenadores. "Estamos aquí para disfrutar y divertirnos, es un festival bien bonito para festejar el día del niño", añadió.
El antídoto contra la obesidad
Ante las altas cifras de obesidad infantil en México, el deporte puede convertirse en el arma perfecta para erradicar esta problemática que tiene al país azteca como el primer lugar en este rubro, según la ONU. Así lo plantó el entrenador Sergio Zúñiga, fundador de la Academia Indígena de México (AIM), la cual brinda apoyo a los niños triquis de Oaxaca.
"El deporte podría ser parte de la solución de este grave problema, pues los ayuda a ser mejores personas, a saber trabajar en equipo, tener mayor disciplina, entender la competitividad sana y ser mucho más tolerantes, que es algo que hace mucha falta en este país, pues hay mucha violencia y conformismo", explicó Zúñiga.