De comprar volcanes a rematar sus pertenencias en La Lagunilla: los boxeadores mexicanos que terminaron en la ruina

Julio César Chávez, Púas Olivares y otros pugilistas aztecas rozaron la gloria pero se acabaron sus fortunas debido a los excesos y pésima administración de su capital

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El Gato González era boxeador pero terminó en la cárcel (Foto: Captura de pantalla)
El Gato González era boxeador pero terminó en la cárcel (Foto: Captura de pantalla)

Vestido con un costoso y extravagante conjunto Dolce & Gabbana tapizada de osos panda, Canelo Álvarez dio una nueva muestra de su poderío económico alcanzado tras firmar un contrato de USD 365 millones con la Agencia DAZN hace apenas unos meses. Al boxeador mexicano difícilmente le hará falta dinero en lo que le resta de vida, pero hay una larga lista de pugilistas que derrocharon dólares a placer para después vivir en la miseria.

De Víctor Rabanales hasta la leyenda Julio César Chávez, México ha tenido grandes exponentes en los ensogados que pasan de la gloria a la miseria en un parpadeo, producto de sus despilfarros de dinero y excesos.

"Llegan a conquistar la gloria, la idolatría, y, a veces, a vivir una vida de lujo. Riqueza que se esfuma cuando se les apagan las luces del ring y ven que su gloria vuela al pasado, dejándolos con la madurez de la vida, pero ahora con hambre y desesperación", escribió el ex presidente del WBC, José Sulaimán unos meses antes de su muerte en la columna de su autoría "Gancho al Hígado" en El Universal, donde lamentó el desenlace de grandes figuras de este deporte.

Así como Sugar Ray Robinson, Mantequilla Nápoles, Alphonse Halimi, Mike Tyson y Pajarito Moreno, estos son los mexicanos que saborearon las mieles de la gloria y terminaron en extrema pobreza:

Víctor Rabanales

El 17 de septiembre de 1992, Víctor Manuel Rabanales se coronó campeón de peso gallo al derrotar en nueve episodios al japonés Joichiro Tatsuyoshi. Su éxito creció como la espuma, pero no así su destreza en los negocios.

Al chiapaneco lo estafaron vendiéndole el volcán Popocatépetl en USD 30.000, además de hacerse de una flotilla de taxis pero que estaban a nombre de otra persona e inclusive, vendió su cinturón de campeón -valuado en USD 15.000- por 5.000 pesos, con la promesa de asesorarlo en negocios.

El pugilista apodado "El Lacandón" terminó de franelero, cargador, ayudante en fondas y taquerías, y también, en sus noches de felicidad, asistente de boxeadores anónimos a los que ayuda poniéndoles el banquito, de acuerdo con una entrevista que le realizó Proceso hace unos años.

Púas Olivares

Rubén "El Púas" Olivares pasó de ser un cuatro veces campeón mundial a vender sus galardones en el tianguis de La Lagunilla de la capital mexicana. Desde su cinturón de campeón del mundo, su anillo del Salón de la Fama de Canastota, figuras talladas en madera, en las que destaca su versión de La Última Cena con algunos apóstoles con guantes de boxeo, y hasta un terreno en Tepeji del Río, Hidalgo. Aún así, al ex pugilista le cuesta reconocer su pobreza.

Considerado por expertos como el mejor peso gallo de todos los tiempos, perdió en las fiestas que duraban hasta una semana los USD 2 millones que ganó en sus peleas. Algo que al parecer aún no logra asimiliar, pues en cada entrevista que le realizan, asegura vivir bien.

Carlos Zárate

Después de defender en 10 ocasiones su cinturón de campeón, perdió por nocaut técnico el título mundial de peso gallo ante Guadalupe Pintor hace 40 años, en 1979. El Cañas tenía un yate en Acapulco estuvo por comprar una casa propiedad de su amigo Vicente Fernández en esa playa, además de tener varios autos lujosos, casas y asiduo visitante de Las Vegas.

Pero aquella derrota marcó su declive, terminó viviendo en hoteles de mala muerte en La Merced, Tepito y Peralvillo. Pasó 10 meses en un centro de rehabilitación debido a su adicción a las drogas y así se acabó los 18 millones de pesos que tenía guardados.

Rodolfo "Gato" González

En la década de los 80, El Gato González ganó dinero y popularidad en el boxeo profesional, donde disputó dos veces el campeonato mundial ligero y una el superligero. Pero una serie de accidentes graves lo pusieron en riesgo de perder la vida y su carrera se fue para abajo.

Pero la vida de González Martínez se fue definitivamente al abismo cuando el 5 de octubre de 2007, en su apartamento fueron encontrados tres cuerpos –dos de ellos sin vida- en deplorables condiciones. El Gato acabó en la cárcel, donde fue torturado por los custodios.

Julio César Chávez

El mejor boxeador mexicano de todos los tiempos no requiere presentación, pues así como se conocen sus glorias, también sus constantes problemas de drogas. Uno de los episodios más sonados del César consumiendo sustancias prohibidas, se ventiló en un libro publicado por su hermano, quien afirmó que el ex campeón mundial había inhalado cocaína en el baño del Papa en El Vaticano.

A causa de sus problemas con las drogas, JC Chávez despilfarró su fortuna y llegó a pensar en el suicidio. Chávez consiguió seis veces el título mundial en tres divisiones diferentes y actualmente se mantiene gracias a las regalías de libros, series y diversas historias que han sido contadas sobre su vida, así como sus constantes participaciones como comentarista de televisión durante peleas de box.

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