Marcelo Bielsa se transformó en el hombre del día. El técnico argentino improvisó una medida con sus jugadores cuando observó que hubo un gesto en contra del Fair Play de sus dirigidos y exigió que se dejen hacer un gol, en el empate entre el Leeds y el Aston Villa, por la fecha 45 del Championship.
Pero esta no fue la única ocasión en la que se dio una acción como esta. Un repaso por los Fair Plays más recordados.
Brann le ganaba como visitante 3 a 2 a Lilleström en la liga noruega de 2012. Erik Mjelde, del equipo que estaba arriba en el marcador, le devolvió la pelota al arquero rival luego de la reanudación del juego por la lesión de otro de sus contrincantes, sin embargo la jugada no terminó como esperaba.
El balón picó por delante del portero Stefan Magnusson y se coló por sobre su cabeza, ante la atónita mirada de todos los presentes. Tras el blooper, ambos equipos acordaron y los jugadores de Brann se dejaron marcar 3-4 en la siguiente acción.
En marzo de 2014 el Werder Bremen le ganaba 2-0 en su visita al Nuremberg cuando Aaron Hunt se filtró entre los defensores del local y fue derribado adentro del área. El árbitro no dudó y marcó penal, pero el delantero se puso de pie y admitió que no hubo contacto alguno. Finamente el juez, retrotrajo su decisión y el partido continuó.
"Marqué con la mano", le dijo Miroslav Klose al árbitro tras haber convertido en favor de Lazio ante Napoli, por la Serie A 2012/13. Ese tanto hubiese significado el 1-0 para su equipo, que finalmente cayó 3-0 aquel día.
En 2015, en un duelo correspondiente a la liga de Azerbaiyán, Elvin Mammadov falló un penal ante el Inter Baku, acción que podría quedar como una mancha en su carrera, pero en realidad lo hizo a propósito. Es que uno de sus compañeros había fingido la falta y entonces él optó por tirar la pelota afuera.
El FC Sioni Bolnisi le ganó 2 a 1 al FC Dinamo Tbilisi en un compromiso disputado en febrero de 2014 pro la liga de Georgia. Aquel encuentro quedó marcado dos de los tres goles. El primero de ellos ocurrió de forma accidental, cuando uno de los jugadores del Tbilisi, Xisco Muñóz, quiso devolver la pelota a su rival, pero la terminó metiendo por encima del portero. El siguiente fue inmediatamente después, cuando el elenco que acababa de celebrar el tanto, se dejó marcar el empate.
En un partido de la Copa Hopman entre Lleyton Hewitt y Jack Sock, el australiano había fallado uno de sus saques y se disponía para dar el segundo, pero su rival lo llamo. "Pide el ojo de Halcón", le dijo el australiano ante las risas del público y la atenta mirada del umpire. El norteamericano le hizo caso y con la tecnología se advirtió que su saque inicial había sido bueno.
En octubre de 2018, durante los Juegos Olímpicos de la Juventud, Chuqin Wang fue protagonista de una jugada peculiar en la final del tenis de mesa que disputó ante Harimoto. El chino ganaba 10-0 el tercer set, de los cinco disputados. Como apenas necesitaba un punto para ganar, apeló a la "regla de la piedad" y se dejó perder en la siguiente acción para que el set no culmine con su contrincante en cero. El duelo terminó entonces 11-8, 5-11, 11-1, 13-11 y 11-9.
En un test match de hockey femenino entre Argentina y Alemania, los europeos habían marcado un gol, pero el árbitro lo anuló. Las jugadoras sudamericanas le admitieron inmediatamente a su entrenador, Cachito Vigil, que el tanto había sido legítimo, por lo que el técnico le exigió al árbitro que lo convalide. "Fue la actitud que corresponde", aseguró Vigil años después.
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