"Llega un momento en el que cuesta mantenerse al máximo nivel". Rafael Nadal lo había dicho después de marcharse anticipadamente del Masters 1000 de Montecarlo y horas antes de iniciar su travesía en el ATP de Barcelona, los dos campeonatos que más ganó a lo largo de su carrera. Y la advertencia se cumplió: en ambos se marchó durante las semifinales.
El último cimbronazo lo vivió en el Torneo de Conde de Godó donde perdió por 6-4 y 6-4 en semifinales ante Dominic Thiem tras dos horas de acción. Será la cuarta vez desde el 2004 en adelante que Nadal no disputará la final de este ATP en su país; en el resto de las ocasiones fue campeón allí.
Una situación similar vivió en Montecarlo, propietario de la corona en 11 oportunidades. En este 2019, Nadal rompió con una estadística excepcional allí, casi de otro planeta. Había levantado el trofeo en 11 de las 13 veces que participó. Este año perdió con Fognini en semifinales y, a los 32 años y aún ubicado en el número 2 del mundo, decidió sentenciar una frase que parece marcar el inicio de un cambio de era que ya fue anunciado varias veces anteriormente: "No se puede pretender ganar 14 Montecarlos o 14 Godós porque las cosas no son así".
En Montecarlo, no participó Roger Federer y Novak Djokovic también se marchó de manera inesperada tras caer en cuartos de final ante el ruso Daniil Medvedev. Entonces, hubo un campeón debutante: Fognini, quien nunca había ganado un Master 1000 en sus 15 años de trayectoria.
En Barcelona también se estrenará un campeón: el austríaco Thien, verdugo de "Rafa", se topará con el ruso Medvedev.
Lo cierto es que el ranking todavía no refleja el cambio de época lógico que empezará a vivir tarde o temprano el tenis mundial. Djokovic (31 años) y Nadal (32 años) se reparten los primeros lugares con amplio margen; mientras que Federer (37 años) está cuarto con la posibilidad de apropiarse del tres del mundo en el corto plazo.
Sin embargo, empiezan a aparecer pequeños síntomas que indican que los Nadal, los Djokovic y los Federer empiezan a ser un tanto más terrenales para sus rivales dentro de sus monstruosas carreras.
"Llega un momento en el que cuesta mantenerse al máximo nivel", advirtió Nadal como si fuese una justificación por no extender su increíble palmarés de 11 títulos en Montecarlo y Barcelona, marcas top en su carrera al igual que Roland Garros, el Grand Slam que intentará volver a conquistar a fines de mayo para sumarlo por 12ª vez a sus vitrinas.
Hay un hecho no menor que está marcando sus últimos meses y explica sus declaraciones: las lesiones. "No es un jugador de tenis, es un lesionado que juega al tenis", se animó a definirlo su tío Tony.
Más allá de este escenario, Nadal se mostró más optimista que nunca luego de su partida de Barcelona: "A estas alturas de mi carrera las cosas que te preocupan menos son contra quién pierdes o contra quién ganas. Sé que a mi máximo nivel puedo aspirar a todo. Por supuesto que es una derrota que duele. Tanto si es aquí como en Montecarlo, pero hoy he visto cómo debo jugar. Thiem jugó muy bien, pero yo he estado competitivo y de aquí a lo que viene lo será aún más".
MÁS SOBRE ESTE TEMA: