Monterrey pegó primero en la final a doble partido de la Liga de Campeones de Concacaf al vencer 1-0 a Tigres en el Estadio Universitario la noche del martes. El primer duelo que definirá al campeón de la zona dejó varias conclusiones y datos para la vuelta que son más alentadores para Rayados que para los felinos.
La historia de La Pandilla en finales de Liga de Campeones de Concacaf dice que nunca ha perdido en casa. De las tres finales que han jugado (2010-11, 2011-12 y 2012-13), en dos ha sacado la victoria y en la otra se llevó un empate. Solo en una de esas tres la final de vuelta fue en Monterrey y el equipo se llevó el triunfo.
En esas tres finales que ha jugado, en todas se ha llevado el triunfo, por lo que llegará a casa en la vuelta con ventaja para mantener su invicto en cruces definitivos de Concacaf.
Hay un dato aún más alentador para el equipo de Diego Alonso. Desde que Rayados se mudó al Estadio BBVA Bancomer en 2015, esta es la primera vez que el club llegará a casa con ventaja en el marcador global tras haber ganado en el primer encuentro de la serie. La escuadra no tuvo la misma suerte en la final de liga del clausura 2016 y del apertura 2017 cuando cayeron en la ida.
Por su parte, Tigres tiene un antecedente poco optimista. Nunca ha ganado la Liga de Campeones de Concacaf en dos intentos y en ninguno de esas dos ocasiones ha podido ganar de visitante, cosa que tiene que hacer en esta ocasión si por fin quiere alzar el título.
El club felino perdió 1-2 en el Estadio Azteca contra América en la final de la temporada 2015-2016 y cayó 0-1 en el Estadio Hidalgo contra Pachuca en la campaña 2016-2017. Ambos encuentros fueron el juego de vuelta de la serie.
Regresando a ese Clásico Regio de la final del apertura 2017, el plantel de Ricardo "Tuca" Ferretti fue a ganar en "El Gigante de Acero", así que si quiere ser campeón de la zona por primera vez en su historia tiene que repetir aquella gesta. Máxime cuando la desventaja es solo de un gol.