Kelly Stafford, esposa del quarterback de los Detroit Lions en la NFL, Matthew Stafford, anunció en su cuenta personal de Instagram que fue todo un éxito la cirugía de 12 horas a la que se sometió para remover un tumor en la cabeza.
La madre de tres niños afirmó en las redes sociales que "ahora empieza una nueva" tras haber superado un neuroma acústico, tumor benigno, que le fue diagnosticado al inicio del año y que le provocaba fuertes episodios de vértigo. Posteriormente unos estudios revelaron que ella tenía un tumor en la cabeza y así lo confirmó a principios de este mes.
"Este domingo de Pascua es el inicio de una nueva vida para mí, quiero tomar tiempo para agradecerle a todos por sus oraciones. Han funcionado, en verdad que sí. Cuando me revisaron se dieron cuenta que tenía una vena anormal…tal vez anormal para ellos, pero para mí no porque ya lo había visto antes y había escrito un documento. Esa es la verdadera obre de Dios. Las oraciones para mi familia, estoy más que agradecida por eso", dice la primera parte del mensaje que escribió Kelly.
También compartió un video donde se ve el momento en el que los doctores la dan de alta y sale del hospital caminando con la ayuda de Matthew y su madre. Aunque camina lentamente, la joven se ve lúcida, recuperada y con energía para la magnitud de cirugía que tuvo.
"Una cirugía de seis horas se extendió hasta 12 y aunque los médicos estaban ansiosos y asustados, las oraciones los ayudaron. Gracias, muchas gracias. Ahora estoy en casa y aprendo mi nueva norma. Tomará algo de tiempo, pero realmente estoy agradecida con todos. Gracias por todo su apoyo, pensamientos y oraciones. Significa más de lo que todos sabrán.
Kelly había revelado en otra publicación previa donde aparece junto a su pareja que el neuroma que sufría podía provocarle la pérdida del oído o algún tipo de desequilibrio. En esa misma imagen dijo por primera vez sobre su situación de salud y detalló que se dio cuenta de su problema mientras le enseñaba a su hijas movimientos de ballet.
Agregó que las cosas que hacía antes con regular facilidad ahora le eran difíciles. Y reconoció que cuando le dijeron los doctores que debía someterse a una cirugía en la cabeza tuvo mucho miedo, pues le aterraba que pudiera perder sus movimientos faciales o no tuviera una recuperación óptima por verse obligada a regresar a cuidar a sus hijos.