La Maratón de Boston, como cualquier otra maratón, siempre está llena de historias de personas que se animan a correr la carrera por distintas razones, causas o personas especiales. Las imágenes del marine Micah Herndon están recorriendo el mundo como fenomeno viral a través de las redes sociales.
Se lo ve colapsado, arrastrándose los últimos metros de la prueba en la que participó para homenajear a sus tres compañeros muertos en una explosión en Afganistán en 2010. Su historia es conmovedora y la forma en que cruzó la línea de llegada fue aún más emotiva para quienes estaban presentes en la zona de llegada.
Su objetivo era correr la carrera para rendir tributo a otros dos marines, Mark Juarez y Matthew Ballard, junto con el periodista británico Rupert Hamer, quienes perdieron la vida por un artefacto explosivo improvisado hace casi una década. Él llevaba el nombre de cada uno de ellos en unas chapas colocadas en los cordones de sus zapatillas.
"Corro en honor a ellos. Ya no están aquí. Pero yo sí y soy capaz. Tengo la suerte de tener todas mis extremidades. Todavía puedo estar activo. Encuentro combustible en la simple idea de que puedo correr. Algunos no pueden", explicó Herndon, de 31 años, en diálogo con The Record-Courier de Ohio.
Herndon, quien terminó la carrera en tres horas y 38 minutos, utilizó sus manos y pies para ganar metros y terminar la competencia. Una vez que consiguió cruzar la línea amarilla y azul de la meta, lo subieron a una silla de ruedas y le dieron atención médica.
Según confesó el propio Micah al medio de Ohio, combatió los dolores musculares y la fatiga mencionando el nombre de sus compañeros caídos en territorio afgano.
"Si sufro un calambre mientras corro, o me duelen los pies, o estoy agotado… digo sus nombres en voz alta para mí. Pasaron por cosas mucho peores que yo, así que corro para ellos y sus familias", declaró el Marine que se hizo conocido a nivel mundial con su conmovedora iniciativa.
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