El primer partido de los Playoffs de la NBA fue el escenario de un polémico episodio en el banquillo de suplentes de los Philadelphia 76ers, que finalmente terminaron cayendo por 111-102 ante Brooklyn Nets, que dieron la sorpresa.
Cuando se jugaban los primeros minutos del último cuarto, las cámaras captaron el momento justo en el que Amir Johnson sacaba su teléfono del bolsillo para revisarlo y mostrárselo a Joel Embiid, mientras su equipo iba perdiendo por 16 puntos de diferencia.
La polémica acción podrá ser castigada con una multa y una suspensión, de acuerdo con el Manual de Operaciones de la competencia, ya que está prohibido el uso de teléfonos celulares durante el juego.
Sin embargo, al término del encuentro, sorprendieron las declaraciones que realizó Embiid ante la prensa, en donde aseguró que, "acabé mirando hacia abajo porque dijo que su hija estaba extremadamente enferma, y que estaba revisando su estado de salud".
Unas horas más tarde, fue el propio Johnson el que emitió un comunicado en el que ofrecía sus disculpas tras la derrota: "Asumo toda la responsabilidad y aceptaré las consecuencias de mis acciones. También me disculpo con mis compañeros de equipo, la organización de los 76ers y los fanáticos por la distracción que esto ha causado".
Según lo establecido en el Manual de Operaciones de la NBA, está prohibido el uso de celulares en el banco mientras estan jugando y en el reglamento se estableció como castigo: "multas y/o suspensiones sustanciales".
El entrenador de los Philadelphia 76ers, Brett Brown, también se pronunció sobre el caso y reconoció que fueron acciones "completamente inaceptables" y que "no es algo en lo que debemos estar".
Esta noche ambos equipos volverán a cruzarse en el Wells Fargo Center por el segundo juego de la primera ronda de los Playoffs.
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