Kristaps Porzingis se encuentra en serio aprietos y podría ser duramente castigado. El ala-pívot letón de Dallas Mavericks de la NBA, es investigado en Nueva York por una presunta violación que habría ocurrido el año pasado según una mujer que informó al periódico "New York Post".
La mujer informó a la policía el pasado jueves 28 de marzo sobre la presunta agresión sexual, de acuerdo con la publicación del Post, que citaba fuentes de las autoridades policiales neoyorquinas.
La mujer le dijo a la policía que tardó más de un año para presentarse porque Porzingis le había ofrecido 68,000 dólares para guardar silencio. Según la agencia EFE, el abogado del espigado basquetbolista, Roland G. Riopelle, negó las acusaciones y dijo que previamente había remitido el caso a las autoridades federales debido a las "demandas exorbitantes del acusador".
El abogado también señaló que no podían hacer más comentarios sobre una investigación federal en curso y remitió todos las preguntas sobre el asunto al FBI o la NBA.
Porzingis, de 23 años, jugaba para los Knicks y sufrió la rotura del ligamento cruzado de la rodilla izquierda pocas horas antes del presunto ataque sexual, pues la mujer dijo a la policía que ocurrió el 7 de febrero de 2018, en el edificio Sky de Nueva York, donde vivía el jugador internacional letón.
La mujer, que al parecer vivía en el mismo edificio, explicó que había aceptado una invitación para acudir al departamento de Porzingis antes del presunto ataque. Cuando se le preguntó al equipo de Nueva York si estaban al tanto del incidente, un portavoz del equipo dijo que era "un asunto personal de Kristaps (Porzingis) y no está relacionado con los Knicks".
Porzingis fue traspasado a los Mavericks a principios de este año, pero aún no ha podido jugar con el equipo tejano al estar en el proceso de rehabilitación y recuperación de la operación a que tuvo que ser sometido para corregirle la rotura de ligamentos.
Según diversos medios, los Knicks informaron a los Mavericks de las acusaciones de violación pendientes que pesan sobre Porzingis en una llamada oficial el 31 de enero a la sede de la NBA, cuando se cerró el acuerdo.
El dueño de los Mavericks, Mark Cuban, en un correo electrónico a The Post, dijo que el equipo está al tanto de la acusación, pero "las autoridades federales nos han dicho que no comentemos nada".