El ex futbolista inglés David Beckham fue víctima de una broma pesada elaborada durante meses por el famoso humorista James Corden, conductor de uno de los late night shows más importantes de los Estados Unidos. Mucho antes de que el ex jugador del Manchester United se desempeñara varios años en la MLS fue homenajeado por Los Angeles Galaxy con una estatua, y le hicieron una cámara oculta con una escultura falsa.
Corden hizo fabricar una estatua desfigurada de Beckham y organizó un falso evento para burlarse de él. La cámara oculta consistía en hacer que el ex mediocampista de los Galaxy creyera que esa escultura era la que iba colocarse a las afueras del Dignity Health Sports Park, el estadio de su ex club en Estados Unidos.
Varios actores participaron del evento haciendo de fanáticos e hicieron pasar un mal momento a Beckham, que llegó muy irritado al momento en que el supuesto escultor le mostró su obra de arte a pocos días del homenaje público. El propio presidente de Los Ángeles Galaxy, Chris Klein, que fue compañero suyo en su época de jugador, fue el gran aliado de Corden en esta broma.
La reacción de Beckham al conocer la escultura fue imperdible. El futbolista no podía crear que tuviera la cara tan deformada, con los ojos desviados, y las extremidades desproporcionadas.
Al final de la cámara oculta, una máquina derriba la escultura por accidente y la rompe en mil pedazos. Es ahí cuando James Corden aparece en escena para poner fin a la broma, provocando las risas de todos los participantes y del propio Spice Boy, quien no puede evitar lanzar una gran cantidad de insultos al aire.
Finalmente, días después de esta broma que hizo furor en la TV estadounidense, la estatua de Beckham fue presentada en el Dignity Health Sports Park. "Cuando vine a Los Ángeles me dijeron que esta era la ciudad donde los sueños se hacían realidad. Hoy, mi sueño se ha cumplido", dijo un conmovido Beckham al ver la verdadera estatua que lo inmortaliza para siempre a las afueras del estadio del Los Angeles Galaxy.
Beckham llegó al fútbol estadounidense en 2007 como el fichaje más grande en la historia. Permaneció con el club hasta el 2012, jugó 98 partidos, sumó 18 goles y 40 asistencias, y ganó dos trofeos de la Copa MLS.
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