Fórmula 1: si cae la plaza de México, ¿puede reemplazarla Argentina?

Por Darío Coronel

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En 1998 se corrió por
En 1998 se corrió por última vez en el autódromo de Buenos Aires. El ganador fue Michael Schumacher

La posible baja del Gran Premio de México de Fórmula 1 generaría un replanteo para los dueños de la Máxima para ver cómo ocuparían esa plaza. Pero no es una más. Se trata de la posible pérdida de una sede continental, algo que los popes de Formula One Management (FOM) no verían con buenos ojos. Ante este panorama ¿se reabren las posibilidades para que la Argentina retorne al gran circo mundial del automovilismo?

El último martes en su conferencia de prensa matutina, el flamante presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunció que no habrá más dinero del Estado para mantener la fecha: "No sé cómo estén los contratos de F-1, si no están firmados ya no vamos a poder". Aunque manifestó su interés para que el evento continúe en su país. "Si no implica dinero, yo avalo, estoy de acuerdo", admitió. "En algunos casos estos eventos se financiaban con el fondo del fomento al turismo y ese fondo está comprometido para la construcción del Tren Maya", explicó. "Vamos a seguir apoyando a todos los deportes, pero con austeridad, sin excesos", concluyó el primer mandatario de México.

Este panorama de incertidumbre llama la atención ya en las últimas cuatro temporadas, México fue elegido por la Federación Internacional del Automóvil (FIA) como el mejor Gran Premio en cuanto a su organización y con más de 300.000 personas contando los tres días de actividad. El contrato de la carrera por cinco años fue mediante una inversión público/privada: el Estado puso 213 millones de dólares y el promotor local, Grupo CIE (Corporación Interamericana de Entretenimiento) pagó otros 200 millones. Ambas partes, en mitades iguales también costearon la remodelación del Autódromo Hermanos Rodríguez, que fue de 50 millones. Según un estudio de Formula Money Aecom, ya la edición 2015 le dejó a la economía mexicana 222.8 millones de dólares y 265.8 millones en inversión mediática. La carrera del próximo 27 octubre en el circuito de la capital mexicana podría ser la última si el jueves 28 de febrero no hay novedades. Esa fecha es el límite que tiene el Grupo CIE, para renovar el contrato con FOM. En las últimas horas se conocieron gestiones de esta corporación para conseguir inversores que garanticen la continuidad. Caso contrario a partir del 1 de marzo pasarán a competir con otros países interesados.

Desde que Liberty Media compró por 4.400 millones de dólares la mayoría de las acciones (35,1 por ciento) de FOM en septiembre de 2016, pusieron el ojo en abrir el mercado. Durante 2017 se dedicaron negociar fechas en diversas partes del mundo y su idea original es tener 25 carreras en un calendario que en la actualidad tiene 21 eventos en cuatro continentes. Pero uno de ellos los desvela: que América incremente sus citas.

Brasil está dispuesto a renovar
Brasil está dispuesto a renovar su contrato con la F1, el único que quedaría en la región en caso de caerse México. (AFP)

En el último Gran Premio de Brasil, mediante una fuente importante de la FIA, Infobae pudo saber que el objetivo de la gente de Liberty Media es "crear un dorsal americano que arranque en Canadá y termine en la Argentina". El país norteamericano integra el certamen desde hace décadas, pero en nuestra tierra no se corre desde el 12 de abril de 1998, cuando el alemán Michael Schumacher venció con una Ferrari. Aquella fue la última competencia de un contrato de cuatro años que fue pagada en su totalidad de forma privada. Era otro contexto de país con una paridad cambiaria entre el peso y el dólar. Pero, si bien las tribunas estuvieron llenas todos esos años y solo una vez corrió un argentino (Esteban Tuero en 1998), la opción de renovación para 1999 se cayó porque el negocio no fue rentable para los promotores locales.

Luego hubo varios intentos por recuperar la fecha y hasta un anuncio oficial de parte de la ex Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien el 14 de marzo de 2012 afirmó que "estaban muy avanzadas las gestiones para tener una carrera en un callejero en Mar del Plata a fines de 2013 y en un contrato a tres años, que se iba a terminar en 2015 (cuando finalizaba su mandato)". Algo llamativo porque el vínculo inicial para tener F-1 es a cinco temporadas. "Si no se firma el contrato, te mato, no te va a salvar nadie", le dijo CFK en público y a modo de chiste al entonces Ministro de Turismo, Enrique Meyer, quien era la cabeza visible del Estado en los eventos internacionales del deporte motor en esta tierra. El tema no prosperó y al poco tiempo la respuesta de Bernie Ecclestone, aún mandamás de FOM, fue "conmigo no habló nadie. Habrá GP de la Argentina cuando tratemos con gente seria".

Sin dudas, recuperar una fecha de F-1 es un tema de Estado. Es un viejo anhelo de Mauricio Macri quien busca ese objetivo desde su época de Jefe de Gobierno Porteño, cuando en 2013 creó la comisión Pro F-1, para intentar que la Ciudad tenga otra vez a la Máxima. En 2014 mandó a armar un proyecto de ley para poner en valor al Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez el cual llegó al parlamento local en 2015. Con su ingreso a la Presidencia de la Nación se esperaba un avance rápido del tema, pero recién fue ley el 7 de diciembre de 2016.

Si bien hubo tareas de seguridad, obras de infraestructura como conexiones eléctricas y de agua, trabajos de pintura y mejoras en las tribunas (colocación de butacas en tres plateas y techado de dos edificios corporativos), el Autódromo no cambió demasiado. Fue por una inversión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) de 3.000.000 de dólares durante 2017. El equipo del Vicejefe de Gobierno Porteño, Diego Santilli, quiere plasmar cuanto antes la base de la conocida "Ley Autódromo", que pauta que un grupo de privados ocupen las 41 hectáreas que están detrás de las gradas para armar un polo automotor. Con la inversión de las empresas involucradas (la mayoría son terminales automotrices) se busca inyectar capitales para concretar más obras en el circuito porteño.

Pero para tener a la F-1 se requiere de mucho más. Se trata de un costo de 50 millones de dólares por año en un contrato de cinco temporadas. A su vez otros 45 millones para poner el autódromo capitalino en el Grado 1 de la FIA, el necesario para tener una carrera de la Máxima. Es decir, casi 300 millones de la moneda norteamericana. El GCBA y Nación están interesados, pero, en principio no pueden aportar dinero y menos hoy a un dólar a 40 pesos. Sí apuestan a que lo ponga un grupo de privados. Las gestiones existieron y hubo reuniones personales entre emisarios del GCBA y FOM. En 2017 fue el año más fuerte de las últimas negociaciones: el primer encuentro se dio en mayo en el GP de España. El tema avanzó al punto que en agosto, Charlie Whiting, Director de Carrera de la F-1 y Delegado de Seguridad de la FIA, visitó el Autódromo de Buenos Aires y hasta se llevó un boceto de lo que podría ser el circuito al que luego le pidió unas leves reformas. En noviembre en el GP de Brasil, Sean Bratches, Director Comercial de FOM, admitió las gestiones. A fines de ese mes, el propio Santilli se juntó en Londres con Chase Carey, el nuevo Director Ejecutivo de la F-1 (el puesto que tenía Ecclestone). "Si Brasil se cae y ellos (FOM) bajan un poco sus pretensiones, podríamos verlo", dijo el funcionario. Pero Brasil no apunta a caerse, todo lo contrario. En el reciente GP del vecino país, el Alcalde de la Ciudad de San Pablo, Bueno Covas, ratificó su interés en negociar una renovación para después de 2020. Resulta difícil dejar un evento que en la semana de la carrera le dejó a la capital paulista un impacto económico de 80 millones de dólares y que por ahora es la única carrera de la F-1 en Sudamérica. En tanto que en 2018 las negociaciones entre el GCBA y FOM no avanzaron debido a los problemas económicos y financieros que tuvo el país.

Sin embargo, ante la posible pérdida del GP de México, si el Grupo CIE no consigue más apoyo para mantener la fecha en su país, podría pensar en nuevos horizontes. Incluso esta corporación estaba interesada en ser promotora de la fecha argentina. Así lo reconoció el empresario argentino Federico Gastaldi, quien fue una de las personas que gestionó para tener las carreras en nuestro país entre 1995 y 1998 y también trabaja para recuperar la fecha. "Se buscó apoyo en el Grupo CIE y sería genial que ellos pudieran organizar la carrera en la Argentina. En los noventa estuve involucrado en la organización de las fechas en Buenos Aires y no teníamos este nivel. Sería un lujo poder tener este evento en la Argentina", indicó en la última visita de la F-1 a México.

El autódromo de Buenos Aires
El autódromo de Buenos Aires necesita algunas modificaciones para F1, pero tiene el visto bueno de la organización.

Sobre las negociaciones para la fecha argentina, sostuvo que "en 2017 hicimos el trabajo de base, pero lamentablemente está todo parado. Todo está en manos de la gente de FOM. Esto se debe a que ellos están viendo cómo mueven el calendario y tienen muchísimas carreras. Tampoco en la Argentina hay nada resuelto", agregó. "Se puede llegar a 23 fechas. Puede resultar cansador para los pilotos, pero al resto de los integrantes de los equipos los podés rotar", concluyó Gastaldi, quien también supo ser jefe adjunto de Lotus en 2014 y 2015 en la F-1, hoy equipo Renault.

Según le afirmó una fuente del GCBA a Infobae las últimas conversaciones con FOM fueron en septiembre de 2018, a pocos días de que el dólar se disparó en nuestro país. Consultado si la posible caída de México abriría las puertas a la Argentina, el funcionario respondió "lo veo difícil. La situación del automovilismo nacional no es la mejor y creo que de haber fondos serían para ayudar en ese sentido".

De momento la F-1 sigue abriendo su mercado y cerró su ingreso en Vietnam en 2020. No obstante, si de hecho México se baja no será un punto más para llenar en el calendario para FOM y sus dueños, Liberty Media. Es que los capitales de esta empresa provienen de los Estados Unidos y quieren que el continente no pierda fechas, todo lo contrario. Negocian con Miami, pero aún no se cerró. Sonó Indianápolis, pero es solo una intención. Ante este panorama el Grupo CIE tal vez vea con buenos ojos volcar el negocio en la Argentina, país en el que, es cierto, no ayuda el contexto económico. Aunque si las negociaciones se reflotan habrá que ver cuál es la respuesta del gobierno argentino, en un año electoral donde todo puede pasar.

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