Le dicen el "Cazador de naufragios" y no es para menos. David Mearns ha consolidado una carrera basada en descubrimientos históricos debajo del mar. Cuando todos pierden las esperanzas, es a él al que llaman para encontrar respuestas submarinas.
Este domingo, el norteamericano sumó un nuevo logro en su trayectoria al encabezar la búsqueda que logró hallar el avión en el que se trasladaba el futbolista argentino Emiliano Sala junto al piloto David Ibbotson. La nave, que se encontraba desaparecida desde el 21 de enero pasado, se encontraba hundida a 63 metros de profundidad en el Canal de la Mancha.
En la biografía de su cuenta de Twitter, a través de la cual relató todas las novedades del Caso Sala, Mearns da cuenta de los misterios más grandes que ha podido resolver en el mar. Los casos de los barcos AHS Centaur, Kormoran, MV Lucona y MV Derbyshire son algunos de ellos.
Este oceanógrafo y científico marino de 61 años, que nació en New Jersey pero que se radicó hace ya tiempo en el Reino Unido, es reconocido a nivel mundial por haberse especializado en búsquedas de extrema profundidad y operaciones de rescate.
En virtud de ese currículum es que fue contactado por la familia de Emiliano Sala para emprender la búsqueda privada del avión desaparecido, luego de que las autoridades desistieran de continuar con las acciones oficiales. Los trabajos de la empresa de Mearns -Blue Water Recoveries- fueron costeados con los aportes privados recaudados a través de una página web de financiamiento colectivo.
En 2001, el equipo que dirige el norteamericano halló el HMS Hood, un buque de guerra británico que había sido hundido por los alemanes en 1941, causando la muerte de 1415 hombres a bordo. La nave estaba en una zona del mar entre las costas de Groenlandia y las de Islandia.
En los años siguientes, fue protagonista del descubrimiento y rescate de otros barcos perdidos como el HMAS Sydney (hundido en 1941) y el Esmeralda, un navío que perteneció a la flota de Vasco da Gama y del cual nada se sabía desde el año 1503. También logró localizar el SS Río Grande, el naufragio encontrado a mayor profundidad en toda la historia.
En total, Mearns ha logrado más de 20 hallazgos históricos con el uso de tecnología Sonar y de dispositivos sumergibles a control remoto.
Este fin de semana, el norteamericano sumó una nueva estrella a su exitosa trayectoria profesional. Lamentablemente, implicó la confirmación de una noticia trágica. En la primera jornada de búsqueda submarina, su barco "Morven" logró encontrar el avión que trasladaba a Sala e Ibbotson en las profundidades de un área ubicada a unos 40 kilómetros de la Isla de Guernsey.
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