El ex entrenador de la Selección Argentina ha convulsionado el fútbol inglés. Esta vez no han sido sus tácticas ni estrategias de juego, sino su afán por ver lo que hace su adversario ocasional. La semana pasada, la Liga de Fútbol Inglesa, que nuclea a la segunda, tercera y cuarta categorías, inició una investigación tras descubrirse que un empleado del Leeds United (cuyo DT es Marcelo Bielsa), había ingresado de incógnito al centro de entrenamientos del Derby County, previo al partido que debían disputar.
La Policía del Condado de Derbyshire acudió al lugar y detuvo al presunto espía, a quien le incautaron un par de prismáticos, unas tenazas y una muda de ropa, según informó The Daily Mail. Cuando la noticia comenzó a correr, Bielsa rápidamente convocó a una conferencia de prensa.
Y cuando muchos medios ingleses presagiaban que el DT iba a renunciar públicamente luego del espionaje que se le atribuía, fiel a su estilo, dio una charla magistral sobre planificación, tácticas y entrenamientos. Los atónitos periodistas se cansaron de escuchar y anotar cifras: 4-4-2, 4-3-1-2, 4-3-2-1, 4-4-1-1, entre otros códigos conocidos del fútbol. Para asombro de los asistentes, el entrenador confesó que "mandar a ver" a los equipos a los que debe enfrentar es parte de su método de trabajo. Y fue más sincero todavía, dijo que lo había hecho con todos los equipos del torneo de la Championship que su club lidera.
A modo de un alegato de defensa, hizo una presentación con diapositivas para demostrar que tanto él como su equipo habían analizado los 51 partidos del Derby de la temporada pasada, con más de cuatro horas de análisis por cada partido.
Sin embargo, dichos argumentos no persuadieron a los 11 clubes que le pidieron a la liga investigar a fondo lo que consideran actos de espionaje. En tanto, Steve Lansdown, dueño del Bristol City pidió una quita de puntos al Leeds, que terminó ganando su partido con el Derby.
Las autoridades del Leeds se disculparon con sus pares del Derby, dejando en claro que Bielsa había actuado "por las suyas", remarcando que el club desde siempre está a favor de los principios de integridad y honestidad. En línea con esa comunicación de sus empleadores, el argentino declaró que asumía la responsabilidad de los hechos pero se justificó diciendo que no hizo nada contrario al reglamento deportivo o ilegal.
"Soy el único responsable, porque no pedí el permiso al Leeds para hacerlo. No importa si es legal, ilegal, correcto o incorrecto. Para mí es suficiente que Frank Lampard y el Derby consideren que no era lo correcto. Sin tratar de encontrar ninguna forma de justificación, he estado usando esta práctica desde las clasificaciones del Mundial con Argentina" sostuvo Bielsa convencido. Y luego agregó: "Voy a facilitarle la investigación a la liga. Les daré lo que necesiten. Asumo cualquier sanción que me den. Esto no es muy útil y no te pone en una mejor posición para ganar el partido, pero una forma de respetar este deporte es conocer a los jugadores del otro equipo".
Y es aquí el nudo gordiano de la cuestión. ¿La conducta reconocida por Bielsa es ilegal o inmoral? ¿Se ha violado una regla de la ética deportiva?
Primero debemos esclarecer el contexto socio-cultural dónde sucedieron los hechos. El "spygate" tal como la prensa inglesa ha titulado a este incidente aborda una temática muy antigua y harto conocida en Gran Bretaña. Lo más reciente, en la previa del Mundial de Rusia 2018, Inglaterra evaluó no presentarse a jugar por el frustrado envenenamiento del ex doble espía ruso Sergei Skripal y de su hija, luego de haber resuelto expulsar a 23 diplomáticos rusos de la embajada.
No caben dudas que para los ingleses el espionaje es un ejercicio estratégico, válido y de gran importancia en el combate contra el enemigo aun sin declaración de guerra. Ahora bien, el fútbol tiene sus propias reglas de juego, que precisamente fueron inventadas por los ingleses. Y aquí ya nos encontramos con el primer obstáculo porque tanto las reglas de la normativa inglesa como de la FIFA, no contemplan al espionaje como una conducta tipificada, anti-reglamentaria y punible "per se", salvo que pudiera conectarse con otras acciones como dopaje, sobornos, corrupción, incentivación, apuestas ilegales y arreglos (amaños) de partidos.
Tal como lo concibe Bielsa, no hallamos una norma que contemple la figura de "espionaje deportivo", aunque siguiendo el criterio anglosajón podría considerarse como un quebranto a las reglas del juego limpio.
Hoy es práctica usual el trabajo de los asistentes de video, que integran los cuerpos técnicos de los clubes de las ligas más importantes del mundo. Si los entrenadores ven, graban, reproducen jugadas y partidos enteros de los rivales, todos se igualan y nadie puede sacar una ventaja deportiva.
¿Cuál resultaría ser el "daño" o el "delito"? ¿Qué sanción le correspondería al club y al DT infractor? (Por ej. multa, quita de puntos, suspensión, descalificación, pérdida de categoría, descuento de salarios, despido). Estos interrogantes sólo podrían responderse desde los cánones éticos, entre los cuales, tampoco aparece reglamentado el "espionaje deportivo".
Pep Guardiola, actual entrenador del Manchester City y confeso admirador de Bielsa, salió a defenderlo: "En otros países, todos lo hacen, todos hacen eso. Los clubes están abiertos. Estaba entrenando en Múnich, había gente con cámaras mirando lo que hacemos. Todo el mundo hace eso. Eso no es solo fútbol, es sociedad. Todos están espiando a todos. Quieren ver lo que pasa en la vida personal de este hombre o mujer. Quieren los chismes. Todo es así. No es excepcional en el fútbol".
Y en otro acto de sinceridad el DT catalán apuntó sobre Bielsa: "Ningún técnico en todo el mundo trabaja con tanta información. Es único en el mundo, pero lo más importante que aprendí de él fue que el fútbol pertenece a los jugadores, ellos marcan la diferencia, eso es con lo que estoy más de acuerdo".
Por último, cabe rescatar la esencia de "el Loco". En su estadía como DT de la Selección de Chile, Bielsa evocó sus inicios en Rosario: "Fui feliz cuando disfruté del amateurismo, cuando crecí enamorado de mi trabajo. Tengo un sentimiento profundo por el fútbol, por el origen del juego, por el picado y por el baldío. Desprecio todo lo añadido, todo lo que le fueron agregando para convertirlo extrañamente en deseado".
Al cumplirse 8 años del último partido que dirigió a la selección "Roja", Bielsa conduce a un equipo de la segunda división del fútbol inglés, cuyos valores declarados promueven que sus acciones sean éticas, confiables, profesionales y honestas. Y aún en ese entorno que exalta su misma pasión por el fútbol hoy está en el ojo de la tormenta acusado de espionaje por culpa de su vocación perfeccionista llevada al extremo. Por haber mandado a espiar todo lo que ya sabía.
*Abogado UBA – Director de Iusport.com Latinoamérica