Fue la gran sorpresa de la jornada. El joven griego Stefanos Tsitsipas eliminó a Roger Federer y avanzó a los cuartos de final del Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año.
El tenista helénico, de 20 años y número 15° en el ranking ATP, se impuso por 6-7, 7-6, 7-5 y 7-6 en un partido que duró tres horas y 50 minutos.
El partido tuvo una enorme paridad en el juego y parecía que ninguno lograba sacar una ventaja clara. Fue Tsitsipas el que sacó a relucir su mentalidad ganadora en los momentos clave-justo ante el que muchos consideran el mejor tenista de la historia- para quedarse con la victoria y meterse entre los ocho mejores del certamen.
En un encuentro que se caracterizó por el alto nivel de juego, la intensidad permanente y las emociones a flor de piel, el griego marcó diferencias por una cualidad fundamental: nunca perdió su saque.
De esta manera, el joven puso punto final al sueño de Federer. El suizo, de 37 años y tercero del escalafón, llegaba como vigente bicampeón del Abierto de Australia y no solo buscaba alzarse con su sexto trofeo en Melbourne, sino que también iba por su título número 100 en el circuito ATP.
En la próxima ronda, Tsitsipas se enfrentará al español Roberto Bautista Agut, que venció en un partido maratónico al croata Marin Cilic por 6-7, 6-3, 6-2, 4-6 y 6-4.
Hay un dato que marca a las claras la diferencia generacional entre el griego y el suizo, y que dimensiona aún más la victoria del número 15° del ranking: Tsitsipas tenía apenas 5 años cuando Federer levantó por primera vez el trofeo del Abierto de Australia, en 2004.
Ante este golpe de uno de los exponentes más destacados de la nueva camada del circuito masculino, cabe preguntarse: ¿será este el puntapié inicial para que los integrantes del "NextGen" comiencen a establecer su supremacía ante la Vieja Guardia?
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