La luchadora estadounidense Madaline Meacham tuvo un debut accidentado en el mundo de las artes marciales mixtas cuando enfrentó a su compatriota de Idaho Pauline Macias en el Legacy Fighting Alliance 57 que se disputó en el 1STBANK Center de Broomfield, Colorado.
En el segundo round, y tras un par de golpes en el rostro, la blonda pidió que detengan el combate al sospechar que tenía la mandíbula fracturada, pero el árbitro no quiso escucharla y con un gesto, incentivó a su contrincante a que siguiera atacando.
Había pasado un minuto del segundo asalto cuando Meacham se alejó de su rival y levantó la mano para pedirle al juez y a su oponente que detuvieran la acción. Mientras que Macias se detuvo sin saber lo que ocurría, el juez Tim Mills desestimó el pedido y pidió que continúe el enfrentamiento.
Ante la respuesta del árbitro, Macias se abalanzó sobre su rival y desencadenó una lluvia de golpes sin que Meacham pudiera defenderse. Finalmente, el juez entendió que no podía continuar, detuvo el combate y le dio la victoria por nocaut técnico a la norteamericana.
Con el resultado desfavorable, Madaline Meacham tuvo un amargo debut en el mundo de la MMA profesional. Su primera pelea terminó con una derrota después de haber ganado tres duelos consecutivos en su etapa como amateur.
Macias, en cambio, sumó su tercera victoria y la segunda como profesional. En junio del 2018 se impuso a Brianna Smith por sumisión en 1:40 minutos del primer round.
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