Katelyn Ohashi, la gimnasta estadounidense que a comienzos de semana dejó boquiabierto a medio mundo con su impecable ejercicio durante una competencia, se sinceró en una entrevista y confesó los complejos que sintió durante mucho tiempo por su cuerpo.
"En el gimnasio, fuera del gimnasio, en internet, es algo de lo que realmente no puedes escapar" dijo la deportista de Seattle de 21 años durante una aparición en el programa de televisión Good Morning America.
Desde edad temprana, Ohashi tuvo que soportar una intensa presión. A los 14 años comenzó a sentir vergüenza por su peso, y vivía preocupada por lo que comía. Los juicios de terceras personas dañaban su autoestima, y aunque competía a niveles de élite no era feliz.
"Cuando tienes 14 años, es algo difícil de sobrellevar, porque todavía te estás desarrollando como persona, y realmente todo te impacta" explicó.
Ohashi relató cómo escribir poesía la ayudó a sobrellevar este complejo. Durante el programa leyó en voz alta un extracto que ella misma escribió, y que conmovió e inspiró a la audiencia por ser un reflejo de su fuerza y entereza.
"Yo me he consumido con el pensamiento de que más grande era sinónimo de menos.
Que solo aquellas personas con cuerpos correctos y perfectos tienen derecho a estar.
Pero hoy aquí me pongo de pie con un amor que penetra más profundo que cualquier banda de boda.
Porque yo soy de mi propio tamaño y no hay palabras o miradas que puedan juzgarme.
Por la satisfacción agridulce que se encuentra dentro de mis ojos y mis muslos
yo finalmente conseguí mi pastel y me lo comí
por mis viejos llantos
y hoy, mi propio odio dice adiós" recitó en inglés la gimnasta ante los espectadores del programa.
Además de retratar en papel sus emociones, explicó que el apoyo de su entrenador y sus compañeras de equipo ha sido clave para afrontar el acoso que sufrió por su tamaño. Mientras ejecutaba su impecable rutina de suelo durante la Competición Colegial 2019 en Anaheim, California, sus compañeras le aplaudían y chillaban de emoción con cada uno de los movimientos de Ohashi.
"Cada vez que me paro en el suelo, esa siempre ha sido mi parte favorita de la gimnasia, estar allí con mi equipo y mi entrenadora y ser capaz de verlos bailar conmigo, es como estar en casa" explicó la deportista.
Ohashi, la gimnasta de élite que se retiró para ser feliz
El campeonato en el que Ohashi realizó su espectacular ejercicio era un encuentro universitario. Compite para el equipo de la Universidad de California en los Ángeles (UCLA), pero no siempre fue así.
En 2013, Katelyn Ohashi batió en la Copa América a la reconocida medallista olímpica estadounidense Simone Biles. Durante cuatro años, entrenó en el Equipo Nacional Junior de Gimnasia de los Estados Unidos.
"Hubo un tiempo en el que estaba en la cima del mundo, con perspectivas olímpicas" relató la joven para The Players Tribune. "Era imbatible, hasta que dejé de serlo" añadió.
Tras sufrir una fractura en la espalda y dos torceduras de hombro, Ohashi se vio obligada a retirarse de la gimnasia profesional. Decidió entonces competir únicamente a nivel universitario.
"No experimentaba este tipo de felicidad desde hacía mucho tiempo" dijo meses después de ingresar al equipo de UCLA.
"No quiero volver a ser grande de nuevo. Cuando yo era genial no había nada alegre en ello. ¿Por qué querría volver allí?" confesó una vez a su entrenadora, Valorie Kondos Field.
(Video: Twitter @uclagymnastics)
Desde que ingresó a la formación universitaria, se aseguró de ser feliz en cada competición, en cada entrenamiento. Una premisa que se vio reflejada en el video que compartió la institución académica en Twitter, en el que no dejó de sonreír durante su rutina impecable, que suma ya más de diez millones de visualizaciones.