Fue una jornada atípica para los integrantes del MAN 6×6 del KH-7 Epsilon Team. Un vuelco impidió a Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Xavier Domènech llegar a la meta de la antepenúltima especial del Rally Dakar que se desarrolla en Perú.
El KH-7 Epsilon Team se ha enfrentado a su jornada más aciaga en la competición del deporte motor más exigente del mundo. Jordi Juvanteny, José Luis Criado y Xavi Domènech han volcado en las dunas de la segunda mitad de la especial y han tenido que pasar la noche en el desierto, esperando al amanecer para volver a poner el veterano vehículo sobre sus seis ruedas.
La organización del Dakar había avisado que la octava y antepenúltima etapa de la edición de este año, entre San Juan de Marcona y Pisco, sería la más dura de la prueba. En efecto, el trazado de 360 kilómetros era un compendio de todo lo que ha convertido este Dakar en un reto con mayúsculas a pesar de tener menos días y kilómetros de competición, y disputarse íntegramente en un único país. La especial estaba dividida en dos partes. La primera de 160 kilómetros, formada por pistas con fesh-fesh y pistas rápidas bastante rotas, el KH-7 Epsilon Team se había aupado a una excelente 13.ª posición absoluta.
Sin embargo, después de apenas un kilómetro de recorrido neutralizado, la segunda mitad de la especial se ha convertido en una trampa para Juvanteny y sus navegantes. Los 200 kilómetros finales del día eran literalmente un mar de dunas, con pasos muy complicados y estrechos. El MAN 6×6 que encabezaba las clasificaciones de Producción y 6×6 de este Dakar, pero un poco más adelante, el camión había volcado en las empinadas dunas. El incidente condenó a los tripulantes a esperar a que se hiciera de día para intentar levantarlo.
El vuelco ha truncado un gran Dakar de uno de los equipos más veteranos de la caravana. Jordi Juvanteny es una leyenda de la carrera, con 27 participaciones en su haber, mientras que su inseparable copiloto José Luis Criado está disputando la 29.ª de su cuenta particular. En 2019, ambos se han visto reforzados por la incorporación del debutante Xavi Domènech, que se ha revelado como un fiable navegante y un compañero entusiasta.
Juntos estaban protagonizando un Dakar para enmarcar, con la 13.ª posición absoluta de la general después de la etapa del lunes –además del liderato en sus categorías– que no les ha impedido parar las veces que hiciera falta durante las especiales para asistir a cualquier participante en apuros con el que se encontraran, independientemente de su nacionalidad o estatus, consolidando su bien ganado apodo de San Bernardos del Dakar.
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