Sara García, primera española en correr el rally Dakar sobre una motocicleta, la categoría más dura, abandonó la carrera en la cuarta etapa por un problema eléctrico del motor. Minutos antes, las cámaras oficiales de la competencia captaron el momento de bronca que vivió en las dunas.
La piloto de Zamora, había sido protagonista recientemente por disputar esta competencia junto a su marido Javier Vega, un aventurero que también debutó en esta edición y tiene la experiencia de protagonizar deportes extremos sobre la nieve.
Los gritos capturados por las cámaras evidenciaron la caída previa y la complicación que sufrió al momento de levantar su moto.
"Game over. Una avería eléctrica en el km 180 de la especial me ha dejado afuera del Dakar. Tras 3 horazas con Javier Vega dándole mil vueltas a la moto, no dimos con el fallo", escribió la española en su cuenta de Instagram.
"Cuando fui a arrancar mi gorda se ponía de huelga. Primero no tenía batería, pusimos la de Javi que estaba cargada; luego no funcionaban las bombas, cambiamos e interruptor, seguían sin funcionar hasta que haciendo un invento con un fusible, conseguimos alimentarlas, pero tampoco arrancaba", explicó García.
La zamorana competía en la categoría 'Originals', también llamada antes Malles Motos, en la que los pilotos corren solos y son ellos mismos quienes deben hacer las reparaciones y el mantenimiento a sus motos, sin ningún tipo de ayuda externa ni de competidores de otras categorías.
Con el abandono de García, la única mujer que queda en esta categoría es la rusa Anastasiya Nifontova, quien pretende ser la primera mujer en acabar el Dakar bajo esta modalidad, tras haberlo conseguido anteriormente con asistencia mecánica.
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