El dueño de los Cowboys de Dallas, Jerry Jones, compró un yate de $250 millones de dólares que parece más un barco de guerra en lugar de un yate para pasear o navegar por el mar durante unas vacaciones o un fin de semana.
El diario estadounidense Washington Post reveló que el bote mide más de 100 metros de largo, es un poco más largo que un campo de fútbol americano, y su tamaño le permite contar con dos helipuertos, un spa, un gimnasio, un club de playa, entre muchas otras cosas. Tiene capacidad para 14 pasajeros y 20 tripulantes. La embarcación se llama "Bravo Eugenia", en honor a la esposa del propietario del "Equipo de la estrella solitaria", Gene.
A Jones le salió más caro el yate que el equipo de la National Football League (NFL) cuando lo adquirió en 1989 por $150 millones de dólares, por lo que el bote costó casi el doble. El medio de la capital de Estados Unidos criticó el hecho de que los Cowboys son la franquicia más valiosa según la revista Forbes con un valor de $5 billones de dólares y cada temporada le da grandes rendimientos y, por el contrario, la embarcación no le generará ganancias.
Jerry adquirió la embarcación durante las pasadas fiestas de Navidad y Año Nuevo, que fue construido por la empresa Océano, la cual es originaria de Holanda. El ingeniero constructor afirmó que el barco es el primero que presenta el diseño de VIDA que significa que es alargado, innovador, eficiente de combustible y, sobre todo, ecológico.
El empresario tiene un historial de hacer compras exóticas. Desde la construcción del AT&T Stadium, casa de los Cowboys y uno de los estadios más modernos de la época, hasta la compra de "The elegant lady", un autobús de $2 millones de dólares muy parecido al estadio, pero en pequeño.
Mientras pasa todo esto en "Jerrylandia", el equipo texano está enfocado en enfrentar a los Rams de Los Angeles en la ronda divisional de los playoffs el próximo sábado por la noche en Los Angeles Memorial Coliseum.
El sábado pasado Dallas derrotó 24-22 a los Seahawks de Seattle en la ronda de comodín de los postemporada en un partido emocionante hasta el final.
Esta vez la organización comandada por el coach Jason Garrett buscará llegar al juego de campeonato de la National Football Conference (NFC) por primera ocasión desde 1996, pues acumula cinco derrotas seguidas en la ronda divisional.
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