Cuando el tenista francés Benoit Paire puso su primer pie afuera del hotel de India que lo recibió durante la pasada semana, el reloj marcaba las 1:30 de la madrugada del sábado. 30 horas de travesía más tarde, su cuerpo seguía en acción pero esta vez bajo el cielo de Nueva Zelanda y en un court de tenis.
El reflejo del eterno vuelo entre la ciudad de Pune y la de Auckland se dio con una imagen elocuente: dormitó durante algunos segundos durante un cambio de lado del partido por la primera fase del ATP 250 neozelandés. Una imagen completamente atípica para el circuito profesional de tenis, donde cada competidor está concentrado al máximo en cada segundo del partido, ya que un error puede cambiar su destino.
Esa imagen no hizo más que exponer una situación que muchos tenistas viven. Paire tardó 30 horas en llegar desde Pune, sede del torneo que lo vio perdedor en cuartos de final contra su compatriota Gilles Simon, hasta Auckland, donde enfrentó en el debut al británico Cameron Norris.
El resultado fue consecuente con todo lo que debió atravesar. Mostró escasa energía, la fatiga fue su fiel compañía y perdió por 6-3 y 6-2 en 58 minutos de juego contra un tenista que llegó al cuadro principal por una wild card y se ubica 93° en el ranking.
"30 horas de viaje desde mi habitación de hotel de Pune a Auckland. Salí el sábado a las 1:30 a. m. desde el hotel y llegué el domingo a las 15:00 a Auckland. 7:30 de jet lag y estoy programado para el lunes", se quejó en su cuenta de redes sociales el tenista que está ubicado en el puesto 55 del ranking ATP.
👏🏼👏🏼👏🏼 !!!!!!!! 30h de voyage de ma chambre d’hôtel a Pune jusqu’à Auckland, je suis parti samedi à 1h30 du matin de l’hôtel j’arrive dimanche à 15h à Auckland, 7h30 de décalage horaire et je suis programmé le lundi!!!!!!! #MERCI
— paire benoit (@benoitpaire) January 6, 2019
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