El peruano Lucas Barrón hará historia en el Rally Dakar, cuando a partir del 6 de enero se transforme en el primer competidor con síndrome de Down en participar en una de las carreras más exigentes del planeta.
"Nuestro objetivo es terminar la ruta y llegar a la meta", aseguró el copiloto de Jacques Barrón en la prueba que este año se correrá íntegramente en Perú. Lucas se preparó durante meses para la competencia, en la que participarán más de 500 pilotos.
Oriundo de Lima, el joven de 25 años rebosa entusiasmo por estar a las puertas de cumplir uno de sus sueños como deportista. "Esta carrera es buenaza para mí. Será fácil porque sabemos la ruta", manifestó el copiloto de mirada luminosa en un taller de mecánica en la capital incaica, donde le dan los últimos afinamientos al vehículo UTV que compartirá con su padre. Los Barrón participan en la categoría SXS de la prueba motorizada más dura del mundo, que se correrá entre el 6 y el 17 de enero.
Pocos deportes son ajenos a la voluntad de superación que demuestra Lucas. Tras practicar natación, fútbol, ciclismo, surf y esquí acuático, siente que está "preparado y capacitado para superar las dunas del desierto" incaico.
Apasionado del rock y el hip hop, el participante explicó que su misión consistirá en estar al tanto de cualquier falla mecánica y al estado de la ruta. "Lo voy a ayudar a ver el motor, la ruta y los neumáticos", acotó el joven luciendo orgulloso su traje blanco de copiloto.
A Lucas le esperan 5.000 kilómetros de dunas principalmente, en las diez etapas. El desierto tampoco es ajeno para este amante de los fierros. En septiembre fue copiloto de su padre en el Dakar Series-Desafío Inca, carrera preparatoria para el Dakar 2019, que se corrió en las dunas de Ica, al sur de Perú.
Su padre, Jacques Barrón, un ingeniero de 55 años, resaltó que no tuvo ningún problema con los organizadores del Dakar para inscribir a su hijo en la prueba. El requisito fue el mismo que sigue cualquier competidor: pasar todos los exámenes médicos y contar con los documentos exigidos.
"Lucas ya tiene la licencia de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) para participar en el Dakar", dijo su padre, quien destacó que Lucas no le tiene miedo a nada, porque sabe qué hacer si surge algún problema mecánico. "Entiende cómo ver la temperatura de la faja, aceite y presión de los neumáticos", detalló.
En sus 5.000 kilómetros -el 70% de ellos en la arena- el trazado recorrerá Lima y las regiones sureñas de Ica, Arequipa, Moquegua y Tacna, esta última fronteriza con Chile. La etapa más dura para cada auto y camión será el maratón de 370 kilómetros entre Arequipa y Tacna, en la quinta jornada (10 de enero).
Antes de la largada, el francés Cyril Despres, amigo de su padre, con el que entrenaba cuando corría en moto en las dunas y desiertos peruanos, felicitó al joven que hará historia. "Me escribió en Facebook, me felicitó", señaló Lucas, tras recordar que el pentacampeón de motos del Dakar le regaló en 2017 una camiseta autografiada que conserva como un tesoro personal.
Sin grandes patrocinadores y con una preparación de año y medio, padre e hijo competirán en la carrera con el vehículo número 433, un pequeño UTV arenero que compró Jacques en una cifra cercana a los 30.000 dólares.
El Dakar tendrá lugar por cuarta vez en Perú aunque la versión de 2019 se correrá únicamente en ese país. Bolivia, Argentina, Paraguay y Chile declinaron ser parte de la prueba por razones de austeridad.
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